El gobierno cubano aseguró que no le interesan festivales como Santa María Music Fest ante la presión por las críticas de los cubanos por los altos precios de los paquetes turísticos para el evento en un país con la crisis económica más grave de las últimas cinco décadas.
“El Festival de Santa María no es nuestra misa predilecta”, indicó el programa Con Filo dedicado a burlarse y descalificar a la oposición cubana y a desmentir entre otras cosas la existencia de presos políticos en el país. Pero hizo esta afirmación tras la clausura del polémico evento y por ende, la correspondiente recaudación.
Las autoridades cubanas trataron de restarle importancia al evento que ha sido criticado incluso por artistas adscritos al oficialismo por la dudosa calidad de los músicos que se presentaron sobre todo su figura principal, el estadounidense Tekashi 69, quien ha sido detenido en varias ocasiones por la policía norteamericana y en cuyo expediente criminal hay delitos relacionados con drogas, pedofilia, delincuencia organizada y posesión de armas.
En su horario estelar la televisión cubana reconoció además, las diferencias de clases sociales que ya existen en la isla e instó a darle espacio a los intereses de los cubanos con el poder adquisitivo que les permita sufragar espacios como el Santa Maria Music Fest.
Los paquetes turísticos para el evento rondaban los 1000 dólares y los 100 000 pesos en moneda nacional, un precio impagable para la mayoría de los cubanos que no tienen como costear los alimentos básicos ni las medicinas que solo existen en el llamado mercado negro.
El festival fue promovido por agencias del gobierno con el fin de recaudar ganancias cuyo destino no se ha especificado como tampoco se ha dicho a cuánto ascendió la cifra del dinero recaudado por el evento al que asistieron 15 000 personas según datos oficiales.
El organizador por la parte estadounidense, el desertor cubano Boris Arencibia dijo que el festival se había hecho por «amor» y por respeto a todos los cubanos, otra declaración que avivó la polémica sobre todo por lo inaccesible que fue el evento precisamente para los cubanos radicados en la isla.
El gobierno a través de Con filo aplaudió la valentía de los artistas que se presentaron en la isla, sin tener en cuenta que en la carrera, por ejemplo de 69 , no hay un himno de posicionamiento político por ninguna causa más allá del ejercicio publicitario de entregar dinero “a los pobres” como el mismo ha señalado.
Lo cierto entre toda esta madeja es que el evento puso de relieve definitivamente ante los propios ojos del país, las diferencias existentes entre los cubanos, una imagen que no tendrá vuelta atrás.
