Las exportaciones de alimentos y otros productos de Estados Unidos a Cuba crecieron el año pasado un 12.4% respecto al 2021, cuando se autorizaron por primera vez las pequeñas y medianas empresas privadas en la isla, conocidas como mipymes.
Según reporta El Nuevo Herald, en 2023 las empresas estadounidenses, muchas de ellas radicadas en las ciudades de Miami y de Hialeah, enviaron al país caribeño alimentos y productos agrícolas por valor de $342.6 millones, frente a los casi $305 millones registrados dos años antes.
De acuerdo con el monitoreo del Consejo Económico y Comercial Cuba-Estados Unidos sobre los negocios de la isla, solo en diciembre pasado las exportaciones crecieron un 58% respecto al mes anterior, al ir de $28.6 a $45.2 millones.
Se involucran más empresas
John Kavulich, presidente del Consejo, precisó que las exportaciones del año pasado no solo son notables “por su valor en dólares estadounidenses”, sino también por “el aumento sustancial en el número de empresas, principalmente ubicadas en el sur de Florida, que están exportando productos de Estados Unidos a Cuba, específicamente en apoyo del reemergente sector privado en Cuba”.
“Estos datos legitiman que son negocios reales, que hay actividad comercial y que se está expandiendo”, confirmó Kavulich al referirse a un auge del comercio con el que tienen que ver muchas mipymes.
En tal sentido, vale recordar que, si bien existe un embargo comercial y financiero de Estados Unidos a Cuba, hay excepciones que posibilitan las exportaciones de alimentos, productos agrícolas, suministros médicos, donaciones humanitarias y otros bienes, si están en manos del sector privado.
A tenor con el Herald, las exportaciones de productos agrícolas, medicinas y donaciones, autorizadas bajo licencias y políticas específicas implementadas por las administraciones de Barack Obama y Joe Biden, subieron a unos $24 millones.
En resumen, tras disminuir grandemente la capacidad del gobierno antillano para pagar en efectivo por adelantado, que es un requisito que exige Estados Unidos para vender alimentos y productos agrícolas a Cuba, el comercio ha sido salvado por las mipymes, que desde mediados de 2021 comenzaron a importar suministros para sus negocios y para vender en la isla.
Un comercio diversificado
Durante varios años, después de que en el 2000 el Congreso autorizara de forma excepcional la venta de alimentos y de productos agrícolas, la empresa estatal cubana Alimport compró la mayor parte de los productos básicos que constituían la actividad comercial entre los dos países.
Sin embargo, pese a que se desconoce qué volumen de las exportaciones desde Estados Unidos corresponde a empresas estatales y cuál a las privadas, las cifras globales de los últimos años evidencian que el crecimiento y la diversificación de las exportaciones se debe en gran medida a la actividad privada.
Como botón de muestra sirve que en 2019, antes de la pandemia y de que fueran aprobadas las mipymes, las entidades estatales de la isla importaron apenas $257.6 millones, o sea, $85 millones menos que en 2023.
Aunque tradicionalmente hubo diez productos alimenticios y agrícolas exportados a Cuba, como pollo, soja, maíz y pesticidas, comprados por Alimport, las mipymes han apostado por una gama más amplia, que incluye leche, café, aceite de oliva, mantequilla, huevos o pasta, así como material de construcción, artículos para el hogar, ropa y equipos electrodomésticos.
Cabe destacar asimismo que las grandes compañías agrícolas estadounidenses, “que solían vender alimentos al gobierno cubano”, ahora venden a muchas empresas miamenses que luego exportan al sector privado en Cuba.
Cifras del Consejo Económico y Comercial de Estados Unidos apuntaron que la mayoría de las empresas que exportaron alimentos y productos agrícolas a Cuba en noviembre de 2023 radica en el sur de Florida. En concreto, 15 de las 27 tienen oficinas en Miami; dos en Hialeah, una en Doral y otra en Miami Beach.
Desde el Consejo señalaron igualmente que las exportaciones de productos médicos a Cuba, autorizadas desde 1992, disminuyeron considerablemente en 2023, cuando alcanzaron $839,500, frente a los $9.2 millones de 2022.
Por otro lado, la ayuda humanitaria aumentó de $30 millones en 2022 a $36.5 millones el año pasado.