En un caso que ha conmovido a miles tanto en Canadá como en Cuba, y ha sido noticia en el mundo entero, aún persiste la incertidumbre sobre el paradero del cuerpo de Faraj Allah Jarjour, un ciudadano canadiense que falleció en Cuba durante unas vacaciones familiares. Jarjour, de 68 años, sufrió un infarto mientras nadaba con su hija en las playas de Varadero a fines de marzo.
La tragedia dio un giro aún más desconcertante cuando la familia Jarjour en Quebec recibió el cuerpo equivocado: en lugar del señor Jarjour, les fue enviado el cuerpo de un ciudadano ruso, completamente tatuado y claramente diferente al familiar que esperaban. Esta situación ha provocado una profunda angustia en la familia, que ya estaba devastada por la pérdida de un ser querido.
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El Gobierno de Canadá, a través de la ministra de Asuntos Exteriores, Mélanie Joly, intervino de inmediato, dice Reuters comunicándose con Bruno Rodríguez Parrilla, su homólogo cubano, para discutir este insólito error y exigir una solución rápida.
Parrilla expresó disculpas y dijo que las autoridades cubanas han iniciado una investigación para esclarecer el incidente. Parrilla transmitió además sus disculpas y condolencias a la familia afectada, que no espera ni le importan las disculpas, pues lo que exigen y necesitan es el cadáver de su ser querido.
La familia Jarjour, que pagó más de 10,000 dólares por la repatriación, ha expresado su frustración con la falta de respuesta adecuada y la aparente negligencia de las autoridades cubanas, quienes no solo enviaron el cuerpo equivocado sino que también permitieron que el cuerpo de Jarjour estuviera expuesto al sol durante ocho horas antes de ser recogido por una funeraria local.
Este caso ha destacado problemas significativos con los procedimientos de manejo de restos humanos y las repatriaciones internacionales.
Pero, las preguntas que muchos se hacen a estas horas es ¿dónde está el cuerpo de Jarjour? ¿quién es el ciudadano ruso que murió?
Sobre la segunda no tenemos la más remota idea. Una búsqueda a través de Google News no arrojó ningún resultado significativo. Normalmente cuando un ciudadano ruso muere fuera de su país es noticia, pero en este caso no ha sido así.
Una teoría, bastante rocambolesca por cierto, es que efectivamente, un ciudadano ruso haya fallecido en la isla y que se hayan intercambiado los cuerpos, pero hasta el momento no ha saltado información alguna sobre la llegada a Rusia de un cadáver equivocado.
Otra más rocambolesca sería que, hubiese llegado el cadáver equivocado a Rusia, los familiares por alguna creencia hubiesen velado el cuerpo con la tapa puesta en el ataúd y lo hubiesen enterrado creyendo que era «Anatoli», cuando en realidad se trataba del canadiense Jarjour.
En todo caso, desde Canadá, una familia respaldada por su gobierno, esperan el cuerpo de su ser querido para darle cristiana sepultura.
