Marian y Marla Boado son dos hermanas cubanas que triunfan como mecánicas en Estados Unidos, adonde emigraron en 2015.
Las dos han seguido los pasos de su padre Jesús “Mongui” Boado, un respetado mecánico de Santiago de Las Vegas, en Boyeros, La Habana, junto al que hoy dirigen una compañía de camiones y un taller automotriz en Indiana.
Según contaron a Martí Noticias las jóvenes, que hasta hace poco vivían en Louisville, Kentucky, desde niñas ayudaban a su padre en el taller que él tenía en la capital cubana.
“En Cuba aprendimos a rectificar las tapas de block, porque era lo más fácil, y una manera de hacer dinero también”, explicó Marla, la menor de las hermanas, que terminó en Estados Unidos la carrera de Ingeniería Mecánica que había iniciado en Cuba.
De hecho, Marla fue contratada por la prestigiosa compañía norteamericana General Electric, un hecho que los llevó a mudarse de Florida a Kentucky.
Para ella su isla natal “siempre es el recuerdo constante de por qué no puedes hacerlo allá y tienes que venir a otro país, a ser un inmigrante y empezar de cero”.
A Marla le disgusta ver que los cubanos demuestran “en todas partes” que tienen la capacidad de triunfar, pero no pueden hacerlo en su propio país.
Su padre, que es también ingeniero, explicó que llegó a crear 17 negocios en Cuba, pero, pese a que “en todos triunfé”, “todos me los cerró el gobierno”. Cuando me expandía, me decían: ‘Tienes mucho dinero, no puedes seguir’, y me cerraban”, recordó.
Por su parte, Marian, igualmente ingeniera, afirmó que “cuando Cuba sea libre todos nos iremos para allá y nos llevaremos toda la inversión”.
En 2021 ambas cubanas relataron al diario El Kentubano que se inspiraron en su papá para adentrarse en una profesión dominada por hombres y a la que quisieron sacarle provecho tras arribar a Estados Unidos.
“Siempre tuvo el sueño de que unidas nos dedicáramos a aplicar todo lo que nos enseñó en su taller en Cuba”, añadió al hablar de lo que quería su padre y hoy es una realidad.
“Estudia o ejerce lo que quieras, cualquier cosa, pero asegúrate de esforzarte siempre por ser la mejor”, les decía su padre.
Por otro lado, su madre las enseñó a “ser independientes, capaces y preparadas” y a aprender de todo, ya fuese manejar, tejer, pintar, jugar ajedrez o soldar.
Si bien la mayoría de los cubanos que llega a Estados Unidos echa raíces en el sur de Florida, otros, como Marian y Marla, van a lugares como Louisville, una ciudad considerada como “la segunda Miami” en Estados Unidos y en la que hay más de 50.000 cubanos.