Como uno imaginaba, el entrenador del equipo Polonia consultó con Wilfredo León antes del partido contra Cuba donde quedó sepultado el sueño olímpico de la expedición caribeña de voleibol.
En una entrevista con un periódico deportivo polaco, donde se habló de su estado físico, de la Liga de Naciones, de los Juegos Olímpicos, León reveló que su director técnico, el serbio Nikola Grbic, exploró su estado de ánimo en la víspera de un juego rodeado de tanta expectativa.
Era la primera vez que León enfrentaba a su ex selección nacional que además saldría a la cancha de Liubliana en su última oportunidad de clasificación para los Juegos Olímpicos, un plantel donde se encontraba su viejo amigo Robertlandy Simón.El día anterior Grbic había dejado en el banco a sus principales estrellas entre ellas León en el partido contra Serbia.
¿El partido del domingo (23 de junio) estuvo asociado con alguna emoción especial? le preguntó a León el reportero del WP SportoweFakty.
«Antes del partido recibí una pregunta del entrenador: «¿Cómo te sientes?» ¿Cómo se suponía que debía sentirme? Si me dices que juegue, jugaré. Estoy en el equipo para hacer mi trabajo, no de vacaciones. Si quisiera relajarme iría a Maldivas» le respondió el estelar jugador convocado por Polonia desde 2019.
Declaró que este partido, que los polacos ganaron 3-0 «no fue nada especial para él» escribió el periodista. «El corazón no latía más rápido. Lo traté como otro partido que debía ganar. Si esos pensamientos estuvieran en mi mente, no podría jugar al 100 por ciento de mis capacidades» consideró León sobre el juego donde lideró la actuación de los rojiblancos.
León encabezó la ofensiva polaca con 16 puntos.En la primera década de siglo era el «chico prodigio» del voleibol cubano, en 2012 se fue de Cuba, obtuvo la ciudadanía polaca en 2015, y es un ídolo deportivo en la nación europea.
León se perdió casi toda la competición de la Liga de Naciones, ganada finalmente por Francia, con Japón segundo y Polonia tercero, y no jugó en las dos primeras fases debido a molestias con sus rodillas
«Todo ha ido en la dirección correcta y estoy muy contento, porque la temporada del club fue exigente para mí , no estuve presente en los dos primeros torneos de la Nations League, y luego en el resto tomé ritmo. Simplemente estaba volviendo a mí», dice León. Revela que tuvo que tener mucho cuidado con sus rodillas y poco a poco fue recuperando su plena forma .»En una situación así hay mucho miedo. No estás seguro de poder hacerlo todo al 100%, de si puedes saltar tanto como puedas o tal vez sea demasiado arriesgado. Puede ocurrir algo durante el aterrizaje», admite. «
Lo más importante es que ya no tomo analgésicos», afirma el jugador.
El bronce en la final de la Liga de Naciones en la ciudad polaca de Lodz no era lo que quería la afición pero existe la ilusión de que Polonia podrá conseguir la medalla de oro olímpica del voleibol masculino en París en poco más de tres semanas, como hiciera por primera y única vez en Montreal 1976.
En próximas horas el director técnico serbio anunciará los 12 jugadores y nadie duda que el cubano-polaco tiene una plaza asegurada. Pero el suceso de esta semana ha sido la transferencia de Wilfredo León desde Italia a la Liga polaca. Después de dejar Cuba, el cubano jugó sólo en dos clubes, Zenit Kazán (Rusia) en 2014-2018, con el que ganó cuatro veces la Liga de Campeones y durante seis años con Sir Susa Vim Perugia en Italia.
El lunes León fue anunciado como jugador del Bogdanka LUK Lublin. La transferencia al club, que hace sólo tres años ingresó a la primera división, fue posible gracias a la participación de patrocinadores privados.
Según la publicación, «Przegląd Sportowy». Wilfredo León tuvo que aceptar una pequeña reducción de sus ingresos. En su anterior club de Perugia, podía contar con un salario de un millón de euros por temporada. Esta vez ganará entre 800 y 900 mil euros por temporada. León iba a recibir ofertas mucho más lucrativas de Turquía y Japón. Sin embargo, decidió elegir un club polaco por motivos familiares.Su esposa es polaca.
Este es sin duda el mayor traspaso del siglo XXI en lo que respecta a la Liga Polaca de Voleibol