La directora del Servicio Secreto, quien asumió el cargo en septiembre de 2022, había enfrentado ya varios desafíos en su gestión, pero el intento de asesinato de Trump se convirtió en el punto de inflexión que desencadenó su salida
La directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, Kimberly Cheatle, ha presentado su renuncia después de enfrentar una fuerte presión política y pública debido al intento de asesinato del expresidente Donald Trump en un mitin en Butler, Pennsylvania. El ataque, llevado a cabo por Thomas Matthew Crooks, un joven de 20 años, dejó a Trump herido en la oreja y desató una ola de críticas sobre las fallas en la seguridad del evento.
El incidente ocurrió cuando Crooks, desde una azotea cercana al mitin, disparó varios tiros hacia la multitud y alcanzó a Trump. Aunque Crooks fue abatido rápidamente por un francotirador del Servicio Secreto, la facilidad con la que pudo ejecutar el ataque levantó serias dudas sobre la efectividad y preparación del equipo de seguridad presidencial.
La renuncia de Cheatle se produce en medio de una serie de audiencias y llamadas a rendir cuentas por parte de altos funcionarios del gobierno y legisladores. El presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer, emitió una citación para que Cheatle testificara sobre los fallos de seguridad evidenciados durante el atentado y la audiencia fue brutal. Además, varios congresistas republicanos, incluyendo a Robert Aderholt y Cory Mills, exigieron su dimisión, criticando duramente la gestión del Servicio Secreto y amenazando con reducir su salario a un dólar si no renunciaba.
Las críticas no solo provinieron de legisladores, sino también de figuras públicas y medios de comunicación. El empresario Elon Musk y la congresista Marjorie Taylor Greene se sumaron a las voces que pedían cambios en la dirección del Servicio Secreto, mientras que el senador Ted Cruz extendió las demandas de renuncia al Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, quien también ha sido cuestionado por su manejo del evento, refiere Washington Examiner.
«Asumo toda la responsabilidad por el fallo de seguridad. A la luz de los acontecimientos recientes, he tomado con gran pesar la difícil decisión de renunciar como su directora», dijo en la carta, según AP.
Cheatle, quien asumió el cargo en septiembre de 2022 como directora del Servicio Secreto en Estados Unidos, había enfrentado ya varios desafíos en su gestión, pero el intento de asesinato de Trump se convirtió en el punto de inflexión que desencadenó su salida. En su declaración de renuncia, Cheatle defendió el trabajo de su equipo, pero reconoció la necesidad de un liderazgo nuevo para recuperar la confianza en el Servicio Secreto.
El presidente Joe Biden emitió un comunicado elogiando los años de servicio de Cheatle y destacando su dedicación a la protección de líderes nacionales. Ronald L. Rowe, Jr. asumirá temporalmente la dirección del Servicio Secreto mientras se busca un reemplazo permanente.
