La comunidad cubana en Estados Unidos, especialmente aquellos cubanos con notificaciones de comparecencia I-220A, podría estar a punto de recibir noticias alentadoras de la administración de Biden. Según informes recientes, se está considerando una acción ejecutiva que beneficiaría a miles de migrantes irregulares, proporcionándoles un estatus legal temporal y permisos de trabajo.
Esta medida, conocida como «parole in place», es especialmente significativa para los cubanos, ya que les permitiría aplicar a la Ley de Ajuste Cubano después de un año y un día de su concesión, lo cual facilitaría su camino hacia la residencia permanente y eventualmente la ciudadanía estadounidense. El periódico The Wall Street Journal ha indicado que esta acción busca no solo resolver situaciones migratorias complejas sino también ganar simpatías en el electorado de cara a las próximas elecciones presidenciales.
Los cubanos con I-220A, específicamente aquellos casados con ciudadanos estadounidenses, se verían directamente beneficiados por esta regularización migratoria.
La administración está «constantemente evaluando opciones de política», según dijo un portavoz de la Casa Blanca, aunque aún no se ha confirmado oficialmente la implementación de esta medida.
La posibilidad de que Biden otorgue el «parole» a estos migrantes ha generado un sentido de esperanza entre la comunidad cubana, quienes ven en esta medida una oportunidad para aliviar su situación legal y reducir la incertidumbre que muchos enfrentan.
Además de los beneficios migratorios, el «parole in place» también permitiría a los beneficiarios trabajar legalmente en el país, lo que representa un cambio significativo en sus vidas al poder acceder a mejores oportunidades de empleo y condiciones de vida.
La política también está diseñada para mitigar los cruces ilegales en la frontera y aliviar los casos acumulados en las cortes de inmigración, proporcionando un respiro tanto para los migrantes como para el sistema judicial.
La implicación de esta medida para los cubanos es profunda, dada la historia de migración cubana a Estados Unidos y las complicaciones legales que muchos enfrentan.
Aproximadamente 1.1 millones de inmigrantes que viven ilegalmente en Estados Unidos están casados con ciudadanos americanos, y un cambio en la política podría afectar a una parte significativa de esta población.
Sin embargo, esta medida – al menos para aquellos cubanos con I-220A – no tendría efectos inmediatos en la política, pues les sería imposible a los beneficiados poder votar en las elecciones de noviembre, aunque sin duda pudiera ser una razón de peso para inclinar el voto en aquellos indecisos.
Menos aún parece que tendrá efecto en la Florida, estado ya republicano, y tampoco en el condado Miami-Dade, mayoritariamente cubano. Si algo ha sucedido durante al menos los últimos 20 años, es que las administraciones demócratas – Obama, Biden – han tomado más medidas beneficiosas que las republicanas, sobre todo en temas de beneficio de bonos alimentarios, salud y ayudas financieras, pero el voto cubano cada vez es más rojo.
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