Julita Osendi niega que tuviera privilegios en Cuba y lamenta no haberse quedado en EE.UU. en 1987

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La periodista cubana Julita Osendi, que trabajó durante décadas para los medios oficiales de la isla, negó este martes que haya tenido privilegios, aunque lamentó no haberse quedado en Estados Unidos durante los Panamericanos celebrados en agosto de 1987.

“Me arrepiento de no haberme quedado en Indianápolis”, porque “yo creía que aquello era bueno, mi país, mi bandera”, y “mis hijos estaban chiquitos y yo no los dejaba atrás”, dijo Osendi, que se asentó en Florida, Estados Unidos, a mediados de 2023, entrevistada por el periodista cubano Ernesto Morales.

Osendi, que dio cobertura a seis Juegos Olímpicos, seis Campeonatos Mundiales de Atletismo y tres Clásicos Mundiales de Béisbol a nombre del Sistema Informativo de la Televisión Cubana, resaltó que, si fue “a todos esos lados”, es porque “la partía en dos”.

La reportera, que realizó más de 50 documentales hasta su jubilación en 2014, reconoció que fue privilegiada, que es una de las “millones de cosas” de las que “me acusan”, “si tú le llamas privilegio” a estar “desde las cinco de la mañana hasta las doce de la noche trabajando como una yegua”.

Aunque Morales insistió en que Julita no es consciente de las posibilidades que pudo tener como periodista oficialista y a las que no tiene acceso la mayoría de los profesionales cubanos, la comunicadora recalcó que lo que tuvo lo ganó con mucho esfuerzo.

“¿Qué privilegios, señor, viviendo en El Cerro, en una casa que se estaba cayendo, para la que la única ayuda que me dieron después de haber ido de menor a mayor y de suplicar (porque con un sueldo como el mío no daba ni para comer, imagínate para arreglar una casa), fue mandar una microbrigada que demoró dos años para tirar el techo?”, preguntó Osendi, que acaba de cumplir 70 años.

Además, explicó que adquirió su casa en La Habana gracias “al dinero de la medalla de plata del Primer Clásico Mundial”, del cual le dieron una parte a los periodistas, y que otros cogieron “para arreglar el carro o comprarle zapatos al niño”. 

Sobre la misma cuerda, indicó que se ganó un carro por ser de los mejores periodistas del país y que el padre de sus hijos “lo tiró por un barranco en un accidente”, por lo que, posteriormente, el ex dirigente cubano Fidel Castro “tuvo a bien” venderle un carro, que ella pudo pagar “a plazos”. 

“A mí nadie me regaló el carro. Vamos a estar aquí y no en la cola del pan”, apuntó con su acostumbrado lenguaje coloquial, al destacar que a ella no le regalaban comida ni la invitaban a ningún lado, “a no ser algún deportista”. De hecho, durante los noventa se puso flaca porque “no comía” con tal de que lo hicieran “los niños”.

De igual manera, Osendi, que se siente “orgullosa del amor que siente la gran mayoría de los deportistas cubanos hacia mí”, añadió que su casa tiene “tremendos problemas hoy día porque no le entra el agua, porque soy la última de la acometida; y el gas se va porque es de la calle”.

“Yo nunca he tenido dinero. Vamos a las cuentas de banco. Yo compraba la ropa y los zapatos de mis hijos, y el poquito de dinero que me quedaba lo guardaba para Navidad porque yo soy católica y celebraba la Nochebuena y la Navidad más que el Fin de Año”, subrayó sobre sus viajes fuera de Cuba. 

Por otro lado, recordó que “fui sancionada varias veces porque yo tenía el piquito muy caliente”, pero “no en la pantalla”. Si hubiera expresado su descontento “en la pantalla” por cosas que “yo no entendía”, “relacionadas con el judo, el voleibol o el béisbol”, la hubieran “levantado en peso”. 

A la vez, sobre sus sanciones destacó que “después de uno o tres meses sin salir en cámara tú regresabas calladita”. Incluso ahora, agregó, “hay muchas cosas que yo no puedo decir”.

En torno a su vida íntima, Julita señaló que “estoy muy enamorada” y “me siento muy bien” con su compañera, Sady Castellón, de quien está “muy orgullosa” porque es “una mujer cultísima, con la que puedes hablar de cualquier tema” y que “quiere y respeta a mis hijos y que adora a mis nietos”.

Si bien “para nadie es un secreto” que lo suyo es la televisión, después de asentarse en la ciudad de Cape Coral, Osendi publicó su primer libro, ‘Voces de una isla’, y actualmente se desempeña como creadora de contenidos a través de su página de Facebook, Julita Osendi Oficial – Out en Home.

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