Llega el verano, comienzan los apagones en Cuba, y también hay escasez de agua
Los problemas de Cuba se profundizan a medida que una grave crisis de combustible se une a las dificultades de años de inseguridad alimentaria, inflación y apagones eléctricos. A medida que el calor del verano del Caribe aumenta, miles de personas en la capital, La Habana, también sufren la escasez de agua, otra consecuencia de la infraestructura envejecida de la isla.
En medio de estas crecientes dificultades, el liderazgo de la isla ha vuelto a recurrir a un viejo aliado, Rusia, en busca de ayuda. Recientemente, Cuba firmó una serie de acuerdos con empresas rusas que cubren todo, desde turismo y agricultura hasta energía. Uno de los acuerdos más esperados por los cubanos es el compromiso de Rusia de proporcionar alrededor de 30,000 barriles de petróleo crudo al día, para suplir el déficit en el consumo doméstico de la isla después de que su aliado socialista, Venezuela, redujera sus exportaciones de petróleo crudo a Cuba.
Sin embargo, el economista independiente líder de la isla, Omar Everleny, teme que la decisión de forjar relaciones más estrechas con Moscú sea solo una solución a corto plazo para Cuba. «Cuando estás apagando fuegos en varios frentes, es atractivo que Rusia entre a estabilizar esa situación inestable. Pero el problema radica en el mediano plazo», señala el economista en una nota de BBC.
Además, más de 100,000 residentes de La Habana sufren la falta de agua mientras aumenta el calor del verano caribeño, destaca por su parte Al Jazeera.
Los funcionarios de La Habana han visitado varios sitios clave de infraestructura de agua en la capital durante el fin de semana, pero han advertido que no habrá soluciones rápidas. El primer lote de bombas de agua motorizadas no llegará hasta finales de julio, un recordatorio de que la solución a las múltiples crisis que enfrenta la isla es un camino largo y desafiante.
En medio de todas estas dificultades, la gente común, como el taxista Jorge Lloro, citado por BBC, lucha constantemente para seguir adelante. Aunque finalmente pudo llenar su coche de gasolina después de un día sofocante, su historia refleja la del estado de la Revolución Cubana en sí: funcionando con vapores, solo capaz de mantener el impulso con la ayuda de Rusia y en necesidad de una revisión importante en los años venideros.
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