Ayer primero de mayo de 2024, y contra todo pronóstico, el régimen cubano liberó y envió de regreso a su natal Camagüey al periodista y activista cubano José Luis Tan Estrada, tras una detención de varios días en la temible Villa Marista, que repercutió ampliamente tanto dentro como fuera de Cuba.
Tan Estrada, conocido por su crítica abierta al régimen cubano y su labor periodística independiente, fue detenido en La Habana; y es una de las muchas detenciones arbitrarias que ha sufrido debido a su activismo y trabajo periodístico.
Durante su detención, Tan Estrada fue objeto de un interrogatorio intenso y amenazas por parte de las autoridades, quienes intentaron coaccionarlo para que cesara sus actividades de denuncia. Según fuentes, le impusieron una multa de 4 mil pesos a la que el periodista se negó a firmar debido a que fue una acusación fabricada y espuria.
Según indicó la activista Lara Crofs, el oficial encargado de su caso le hizo saber que la liberación se debió «a la bulla de sus amiguitos allá afuera», modo utilizado para referirse a los cientos de denuncias que proliferaron en las redes sociales después de su detención, entre las que destacaron algunas revelaciones exclusivas hechas sobre acosadores de la Seguridad del Estado, con rostros y datos, hechas por el periodista, colega y amigo de Tan Estrada, José Raúl Gallego.
Aunque el oficial no se lo dijo, en su liberación pudo haber influido también una llamada hecha a «las más altas esferas», a partir de un pedido personal hecho, por una fuente que pidió, bajo anonimato, que su nombre no saliera a la luz pública.
El caso de Tan Estrada no es aislado. La detención del periodista es parte de una política más amplia del estado cubano para reprimir la disidencia y controlar la narrativa mediática. Organizaciones de derechos humanos y medios independientes continuamente han denunciado estas prácticas como violaciones flagrantes de los derechos humanos y libertades fundamentales.
La liberación de Tan Estrada fue recibida con una mezcla de alivio por parte de sus amigos, defensores de la libertad de expresión y activistas, entre los que destacan la intelectual Alina Bárbara López Hernández y el humorista Andy Vázquez.
Ambos reconocieron que aunque este capítulo de su detención haya concluido, el sistema que permite tales actos sigue intacto en Cuba.
Alina Bárbara se refirió a «la bulla» hecha, en las redes, la cual fue muy criticada por otros opositores – desde las redes también – la mayoría de ellos en el cómodo exilio.
Por su parte la activista Saily González Velázquez expresó:
«A Jose Luis Tan no lo soltaron, fuimos nosotros, constantes y tenaces, quienes se lo arrebatamos de la garras a la Seguridad del Estado. Y como dijo Alina: La «bulla» (léase solidaridad) apenas comenzaba.«
El periodista, tras su liberación, ofreció al medio Cubanet Noticias declaraciones exclusivas sobre lo vivido dentro de Villa Marista.
Tan Estrada narró su experiencia traumática durante su última detención en Cuba, que comenzó con la detención del autobús en que viajaba hacia La Habana, que fue interceptado por agentes de seguridad vestidos de verde quienes lo identificaron y arrestaron bajo acusaciones de mercenarismo e información falsa, una situación que generó una reacción de shock entre los pasajeros.
Durante su traslado y estancia en Villa Marista, fue sometido a condiciones severas, incluyendo maltrato psicológico y privación de necesidades básicas como la luz solar y atención médica adecuada, lo que le causó desorientación y problemas de salud.
Tan Estrada describió interrogatorios repetitivos y amenazas constantes que buscaban coaccionarlo para que cesara su labor periodística y humanitaria. Este relato destaca la represión y las tácticas intimidatorias empleadas por las autoridades para silenciar y castigar a los disidentes en Cuba.
La situación de Tan Estrada y otros periodistas en Cuba continúa siendo un tema de gran preocupación para observadores internacionales, y su caso subraya la necesidad urgente de reformas significativas en el país en cuanto a los derechos humanos y la libertad de prensa.
Este puede ser apenas uno de los tantos capítulos en la larga historia del joven periodista, quien a menudo ha sido visto en las calles de su natal Camagüey repartiendo comida, ropa y medicinas entre las personas más vulnerables; o realizando campañas para ayudar a personas de bajos ingresos.
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