La economía cubana atraviesa por tiempos difíciles, lo cual ha quedado reflejado en su Producto Interno Bruto (PIB), que cayó un 2,2% en la primera mitad de este año. Esta cifra se ubica por debajo de las proyecciones presentadas por el ministro de Economía cubano, Alejandro Gil Fernández, que esperaba un crecimiento del 4% pero sólo alcanzó el 1,8%.
Este panorama se ha visto agravado por una caída alarmante del 34,9% en sectores diversos como la agricultura, la manufactura, el comercio y la electricidad, en parte debido a la crisis energética que atraviesa la nación caribeña. A su vez, la recolección de divisas también ha enfrentado dificultades, logrando solamente el 35,7% de lo planeado, lo que ha afectado a las actividades dependientes de la moneda extranjera.
El ministro cubano Gil Fernández ha resaltado la importancia de cumplir con los objetivos de exportación para garantizar las actividades económicas planificadas. Sin embargo, el déficit comercial ha llevado a la nación a luchar por cumplir sus metas de exportación. Las importaciones, en su mayoría realizadas por micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes) privadas, se han limitado debido a restricciones financieras.
En medio de esta situación, el gobierno cubano ha tomado la decisión de declarar el 28 de julio como día feriado, lo que significa que los cubanos estarán casi una semana sin trabajar.
La justificación para esta decisión es la celebración del 70 aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
Ha sido el Primer Ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, quien ha firmado el Decreto No. 94 el 22 de julio de 2023, estableciendo que el viernes 28 de julio de 2023 será feriado nacional. Con esta decisión, se espera que la mayoría de los cubanos tengan casi una semana entera sin trabajo, ya que a los feriados tradicionales del 25, 26 y 27 de julio, se suma este año el 28. Por tanto, la próxima semana solo será laborable el lunes 24.
Durante los días feriados oficiales, la mayoría de los establecimientos comerciales y gubernamentales permanecen cerrados, incluyendo bancos, servicios postales, escuelas y servicios burocráticos. Aquellos trabajadores que trabajen durante estos días recibirán doble salario por todas las horas trabajadas.
Sin embargo, varias provincias cubanas han confirmado que no celebrarán las tradicionales fiestas populares, conocidas como carnavales, debido a la falta de condiciones de oferta alimentaria para sostener estos eventos festivos que han estado suspendidos desde la pandemia de coronavirus en 2020.
La medida llega en un momento en que la cúpula dirigente del país ha pedido a los cubanos más esfuerzo, trabajo y productividad; pero resulta claro que, en una economía que ya se enfrenta a desafíos importantes, un feriado de esta duración puede acentuar las dificultades económicas.
Si bien la intención del gobierno puede ser ofrecer un respiro a la población o conmemorar una fecha importante, lo cierto es que medidas como esta no contribuyen a la recuperación económica del país. En lugar de ello, se necesitan estrategias para impulsar la producción y la eficiencia, como ha subrayado – sin mostrar cómo – el mismo ministro Gil Fernández.
El descenso del PIB cubano es una señal preocupante que requiere atención inmediata y acciones concretas para revertir el rumbo. Un feriado prolongado no parece ser la solución a estos problemas, sino más bien un obstáculo para la reactivación económica del país.
tal vez quieras leer: Crisis en Cuba con el combustible, agua, equipamiento… ¡con todo!