El destacado entrenador de judo cubano Ronaldo Veitía dijo sentirse desilusionado de “ver cómo se desmorona todo lo hecho por el judo cubano por los métodos que se utilizan en estos momentos y por no hacer caso a la experiencia”.
El hombre que llevo al éxito mundial a las judocas de la isla, actualmente radicado en Argentina junto a su hijo, expresó en una entrevista que sus errores no justifican que prescindieran de su trabajo “así nada más».
«Me cercaron incomprensiones, traiciones, cosas dolorosas que corroen mi alma porque yo, a pesar de mi edad y de mi físico obeso, era aún muy útil”, declaró Veitía a la periodista Julia Osendi.
Durante la entrevista publicada este sábado por Cibercuba, el entrenador dorado del judo femenino cubano aclaró que se encuentra en Argentina “tratando de aliviar mi alma, tras la pérdida de mi querida esposa Mercedes con la cual compartí toda una vida; estuvimos en las buenas y las malas, te podrás imaginar”.
Dijo que extraña su trabajo frente al judo, pero también lamenta la situación actual de ese deporte en la isla, cuando “solo una superestrella como Idalys Ortiz, formada por mí, se sube a un podio olímpico”.
Explicó que la práctica del arte marcial en la base está muy afectada por problemas económicos que provocan carencias de kimonos, colchones, buenos entrenadores, “que muchos han partido en misiones o simplemente han buscado nuevos horizontes”.
Ante la pregunta de si todavía se utilizan sus métodos de entrenamiento que tantos resultados propiciaron a sus pupilas, Veitía respondió que no, rotundamente.
“Parece que lo nuevo quiere desterrar lo viejo. Es un vuelco total y ahí tienes los adversos resultados. Sí quiero destacar, el esfuerzo de todos los atletas, muchachas y varones, que han dado lo mejor de sí, su esfuerzo, su sacrificio en pos de mejores performances. Jamás diré lo contrario.
“Sigo sin entender cómo un país pobre, que apenas cabalga en el decoro de una población sin prácticamente alegrías, puede darse el gusto de prescindir de un talento como el de Ronaldo Veitía como también sucedió con el Dr. Alcides Sagarra, que mucho hubiera podido seguir aportando para el deporte de los puños”, lamentó el experimentado entrenador y afirmó que no regresaría al Cerro Pelado aunque lo llamasen.
“¡Jamás, nunca! Por nada de este mundo, bajo ningún concepto ¿levantar ruinas yo después de haber construido un templo? No”, apostilló.
Considerado uno de los mejores entrenadores de judo de la historia a nivel mundial, Veitía condujo a sus pupilas a conseguir cerca de 50 medallas en campeonatos mundiales, 22 en juegos olímpicos, cuatro de ellas de oro.
