En su contra o a su favor podrán esgrimirse cientos o miles de criterios. Es cierto que es apenas un nombre; que pudo ser cualquier otro -¿o no?- pero lo que no se puede negar es la influencia que ha tenido la sección Acuse de Recibo del diario oficialista Juventud Rebelde en la resolución de miles de quejas en Cuba. Y la labor de su gestor principal, Pepe Alejandro.
Digámoslo de otra manera. Pepe Alejandro le ha resuelto la vida a miles de cubanos.
Sí. Se la ha resuelto a miles de cubanos decepcionados y cansados de escribir al municipio, a la provincia, al gobierno, a la Fiscalía y hasta al Consejo de Estado. Gente traicionada por las instituciones, que ha estado años -hasta más de diez y de veinte- tramitando una queja por los canales establecidos, han escrito a Pepe Alejandro al Juventud Rebelde, y no pocas soluciones han visto la luz luego de verse expuesto en la prensa el problema.
Llámese ETECSA o Vivienda; Ministerio de tal cosa o de más cual… miles de quejas ciudadanas que han llegado a la sección Acuse de Recibo y que Pepe Alejandro ha publicado en su columna, han tenido la solución que parecía no llegaba nunca.
Recientemente hasta el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel lo elogió por ello, y no pocos vieron en ese reconocimiento a Pepe Alejandro un aplauso a su gestión; a una labor silenciosa que durante años ha desarrollado en el diario oficialista, aunque a muchos le parezca un desacierto que el gobernante de un país reconozca públicamente la gestión de quejas ciudadanas en un diario, y el único Partido en el poder le preste especial atención. Sí, resulta ilógico que a las quejas se les preste atención, cuando la lógica indica que no deberían existir las quejas; sobre todo, porque las quejas en Acuse de Recibo se repiten, para confirmación de lo que todo el mundo sabe: del mal funcionamiento del sistema socialista, que tanto defiende el «añejo» Pepe Alejandro, al que no pocos miles de cubanos agradecen; otros cientos de periodistas veneran, y sobre el que no pocas veces han caído críticas encima, porque Pepe se resiste a ver la realidad.
Puede parecer de locos pero así ha sido durante años. Dondequiera que han fallado las instituciones cubanas para resolver hasta el más simple de los problemas, ha sido la sección de Acuse de Recibo, de la mano de Pepe Alejandro, la que ha resuelto el entuerto. Algunos hasta le desean salud y suerte. Y que se cuide. Y que mire para atrás, para que no le pase como a Héctor Zumbado.
Pepe es, al periodismo cubano, lo que el Dr. Rubiera es a los huracanes en la isla.
Nunca podrá resolver el mal que genera tantos problemas; nunca lo dirá por lo claro. Nunca se convencerá que los «cuadros» malformados que generan las quejas y las molestias en el pueblo son obra del imperfecto sistema socialista que él defiende a capa y espada; pero Pepe Alejandro le resuelve a la gente, y hay miles de cubanos -sí, miles- que hoy le desean pronta recuperación del coronavirus.
El propio Pepe compartió el pasado miércoles una foto junto a una doctora que lo atiende identificada como «Laura». Al periodista se le ve de pie, y en la foto todos lucen risueños.
Y sí, afortunadamente las velitas y vasitos de agua en las casas, delante de una foto de Pepe Alejandro, o delante de un papelito con su nombre, tuvieron el efecto deseado.
Este martes, el periodista anunció su salida del hospital y pronta recuperación en su casa. Lo hizo a través de Facebook.
Al parecer a la burocracia cubana, a esa apatía generada por el mismo sistema, le queda una larga guerra con Pepe Alejandro.
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