Cientos de cubanos, tal vez miles, continúan expresando preocupación y quejas sobre la «bancarización», la nueva medida anunciada por el Banco Central de Cuba para promover los pagos digitales en lugar de efectivo.
Algunos ciudadanos argumentan que la sociedad cubana carece de acceso a tecnología y dispositivos, lo que dificulta la implementación de la medida. La falta de infraestructura y logística adecuada ha resultado en largas colas en bancos y cajeros, afectando mayoritariamente a la población, según reseña el portal oficialista Cubadebate.
Se señala además, que personas vulnerables, como profesores y médicos, enfrentan dificultades para obtener efectivo y cada vez con más los casos de venta de dinero en efectivo con sobrecargos al punto que el Toque ha tenido que incluir al peso cubano en su listado actualizado de tasas de cambio. ¡Cambiándose peso por peso, señores!
Aunque se han promovido servicios como Transfermóvil y EnZona, hay desconfianza debido a interrupciones y bloqueos.
En general, mientras algunos ven beneficios en los pagos electrónicos, preocupa cómo afectará a personas mayores y a aquellos con limitado acceso a tecnología y servicios bancarios.
Precisamente uno de ellos, el Presidente del Banco Central de Cuba (BCC), Joaquín Alonso Vázquez, expresó su preocupación por la «resistencia» que determinados negocios privados están mostrando ante la medida de bancarización implementada en el país.
Alonso Vázquez destacó también la importancia de que los negocios acepten pagos electrónicos y ha enfatizado que «nadie se puede negar a que un cliente le pague electrónicamente».
Si bien esta declaración refleja la determinación del BCC en la promoción de los pagos digitales como una forma más eficiente y segura de manejar las transacciones financieras, suman varios los casos de clientes – consumidores – que se han quejado de que en determinados lugares no les aceptan las transferencias virtuales de moneda.
La medida de bancarización no solo busca modernizar el sistema de pagos en Cuba, sino también combatir la evasión fiscal y el comercio informal. Sin embargo, algunos negocios privados han expresado preocupaciones sobre la disponibilidad y la confiabilidad de las plataformas electrónicas de pago, así como la capacitación del personal en su uso.
El funcionario reconoció que la resistencia al cambio es común en cualquier proceso de transformación financiera, y dijo que el Banco Central de Cuba está trabajando para abordar estas preocupaciones y brindar el apoyo necesario para que tanto los negocios como la población en general puedan adaptarse exitosamente a la bancarización.
Sin embargo, en la práctica hay otros problemas más serios, como lo es la falta de efectivo en los cajeros automáticos y la gran cantidad de estos equipos que no funcionan. Ya sea por falta de efectivo o porque están sencillamente rotos.
Un ejemplo palpable de eso se está viendo en el mejor municipio de Cuba, la Manhattan de La Habana: Marianao.
Recientemente, Banco Metropolitano desmintió rumores en redes sociales sobre la falta absoluta de dinero en los cajeros de ese municipio, pero de lo visto en redes sociales a la realidad, no había mucha diferencia.
Del «no hay» en redes sociales, la nota oficial del Banco Metropolitano de La Habana «aclara» que solo el 54% de los cajeros automáticos en el municipio de Marianao están funcionando debido a la falta de efectivo, mientras que otros siete están fuera de servicio por problemas técnicos.
Con la campaña de bancarización en curso, los bancos en Cuba han limitado las extracciones de efectivo a 5,000 pesos cubanos por persona, dependiendo de la disponibilidad. Para incentivar el uso de canales electrónicos, se han establecido límites diarios y mensuales en las transacciones electrónicas.
El Banco Metropolitano ha abierto sucursales bancarias los domingos para aumentar la disponibilidad de servicios. Aunque se alienta a utilizar canales electrónicos, persisten restricciones en las transacciones.
La crisis de efectivo se agrava mientras crece la inflación en la economía cubana.
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