Un sondeo realizado por el diario oficialista Juventud Rebelde en las provincias de Matanzas, Cienfuegos y Sancti Spíritus confirmó entre los jóvenes que la llamada bancarización «brinda seguridad, rapidez, inmediatez y comodidad», pero reveló graves preocupaciones entre otros, no tan jóvenes, e incluso, entre otros jóvenes que si bien reconocen que el proceso de bancarización «busca ofrecer a la sociedad la posibilidad de realizar todos los pagos de servicios, productos, y demás operaciones comerciales y financieras, mediante el uso de instrumentos de pago y canales electrónicos preferiblemente,» no parecen estar muy convencidos que esto se puede llevar a feliz término en la isla.
Una tenedora de libros en Cienfuegos, reconoció las ventajas de la bancarización para cualquier economía, pero dijo que «la infraestructura no acompaña este proceso que desde hace muchos años se ha tratado de impulsar».
«Son muy pocas las entidades y organismos que han creado las condiciones,» expresó.
Una idea compartida por el profesor de la Universidad de Cienfuegos Carlos Rafael Rodríguez, Michel Quevedo Cepero, quien criticó lo engorroso del proceso con la aplicación EnZona.
«Lleva demasiados pasos u operaciones para ejecutar un pago», y señaló que en no pocas ocasiones, cuando termina de hacer la compra, alguien se le adelantó, y se quedó sin productos que adquirir.
Michel Rodríguez Masa señaló que su celular, iPhone, no le permite fidelizarse a los pagos electrónicos.
«Todavía llegas a muchos comercios y establecimientos y no existe la posibilidad de hacer el pago electrónico. También ocurre que a menudo, en los que existe, falla la conexión de los POS. El sistema tiene sus errores. A veces da una consulta de saldo equivocada, o un pago de factura doble, o sin ejecutar. En eso hay que seguir trabajando», señaló Lucía González Estévez, de 34 años.
«En ocasiones se ha convertido en una odisea utilizar el servicio por la conexión. Cuando falta la electricidad mi teléfono “se muere”, y he tenido que ir al banco a sacar el dinero para un pago, y ya ahí pierdo mucho tiempo», apuntó Dunia Torres, estudiante de técnico medio en Contabilidad.
«Lo que me preocupa es que no tenemos infraestructura y capacidad técnica. Me ha sucedido con alguna acción en Transfermóvil que llega el mensaje de efectuada y cuando compruebo no ha sucedido. Nunca he perdido el dinero, pero sí he debido esperar varios días.
«He trabajado con Enzona, pero no he podido familiarizarme. Me agota que tenga tantos pasos. En Transfermóvil todo es mucho más fácil y no exige de estar conectada, porque ya lograr que funcione la 4G es un suplicio», indicó Nare González, universitaria y trabajadora por cuenta propia.
Osbel Esteban Carbonell, trabajador del comercio, dijo que en ferias recientes de comercio, se percataron «de que muchas personas desconocen cómo funcionan esas plataformas.»
«Enseñamos a varios clientes y les explicamos la importancia del uso de cualquier canal, pero en distintos momentos del día, y según el teléfono, resultó imposible que pudieran pagar. Debían esperar un buen rato y algunos se fueron. Basta una mala experiencia para no querer volver a incursionar en esa modalidad», advirtió.
«La única limitante es que exige de tener conexión. Puedes añadir varias tarjetas asociadas y tener los datos de amigos para hacerles alguna operación.
«Hasta ahora no he tenido problemas, pero no dejo de reconocer la resistencia y desconocimiento, como también fisuras en la infraestructura. Urge capacitar e invertir en la logística que soporta la tecnología», señaló por su parte Edgar Sánchez, estudiante.
Resumen de las deficiencias en la bancarización en Cuba: Largas colas, escasez de efectivo y falta de preparación
La implementación de medidas de bancarización en Cuba ha enfrentado diversas dificultades que afectan tanto a la población como a la infraestructura tecnológica del país. Estos desafíos, que incluyen largas colas en cajeros, escasez de efectivo y falta de preparación, han planteado obstáculos significativos en el proceso de adopción de los nuevos métodos de pago electrónico.
Uno de los problemas más notorios es la proliferación de largas colas en los cajeros automáticos. La alta demanda de efectivo ha llevado a que las personas deban esperar considerablemente más tiempo para realizar sus operaciones bancarias diarias. Esta situación ha generado molestias entre la población, que busca realizar transacciones de forma rápida y eficiente.
La escasez de efectivo es otra preocupación que afecta a los ciudadanos cubanos. La reducción en la cantidad de dinero en circulación puede dificultar las transacciones cotidianas de aquellos que aún dependen del efectivo para sus compras y pagos. La falta de billetes disponibles plantea interrogantes sobre la conveniencia de los métodos electrónicos de pago en un contexto donde el efectivo sigue siendo necesario.
Además, se ha destacado la falta de preparación tanto de los usuarios como del personal en establecimientos comerciales para el uso de los nuevos métodos.
La necesidad de una mayor información y comunicación sobre la bancarización se ha convertido en un tema relevante. Muchos ciudadanos pueden no comprender completamente los beneficios de los métodos de pago electrónicos o cómo utilizarlos de manera efectiva. Esta falta de información puede llevar a que las personas se sientan inseguras o renuentes a adoptar estas nuevas tecnologías.
Los problemas técnicos también han sido señalados, con interrupciones en la infraestructura tecnológica, como cajeros fuera de servicio o fallos en las conexiones.
A pesar de estos desafíos, es necesario destacar que la bancarización busca ser una herramienta para mejorar la eficiencia en las transacciones y el manejo de las finanzas. Sin embargo, algunos críticos han señalado que esta medida, aunque puede resolver problemas inmediatos, no aborda las causas subyacentes de la falta de circulante y la inflación en la economía cubana.
En este contexto, es fundamental una mayor adaptación de la población a los métodos electrónicos de pago. La presentación de incentivos claros y beneficios tangibles puede contribuir a que más personas vean la necesidad de utilizar estos sistemas de forma regular.
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