Comenzaron a verse de manera práctica – más allá de la teoría y los burós donde se analiza, entre los funcionarios cubanos, la puesta en escena de la llamada «bancarización» en la isla.
Como ya se conoce, Cuba está experimentando un importante reordenamiento financiero a través de un proceso gradual de bancarización. La transición incluye medidas para incentivar los pagos electrónicos, pero las operaciones en efectivo continúan expandiéndose, especialmente fuera de los bancos.
Esta iniciativa tiene como objetivo mejorar la economía mediante la promoción de los canales de pago electrónico, la prestación de servicios 24/7 y la mejora del control interno, todo ello manteniendo la disponibilidad de efectivo.
Sin embargo, la adopción de pasarelas de pago electrónico por parte de los comercios, con millones de usuarios beneficiándose de canales como cajeros automáticos, punto de venta y Transfermóvil, ya está presentado problemas «logísticos», algunos de los cuales ya fueron advertidos. Otros no, resultan más bien una novedad.
La limitación de las transacciones en efectivo entre empresas, Mipymes y otros actores económicos es parte de las medidas para fomentar los métodos de pago electrónicos y priorizar la bancarización. Sin embargo, esta restricción está generando dificultades en las actividades comerciales y podría impactar en la economía nacional, afectando la capacidad productiva y los precios de productos esenciales, como el pollo.
Si bien estas medidas contribuyen a la transparencia, la reducción de ilegalidades y el empoderamiento económico general, en un país como Cuba, este proceso gradual ha comenzado a afectar de manera negativa a las personas. El Banco Central de Cuba ha estado aclarando activamente cualquier incertidumbre para garantizar una transición sin problemas, pero el compromiso de informar, colisiona contra la calidad del servicio, por lo que este paso transformador para el panorama financiero de Cuba, está teniendo problemas de incomprensión y de puesta en práctica, y los ejemplos sobran.
En un país donde son las llamadas pequeñas y medianas empresas, Mipymes, las que están verdaderamente alimentando al pueblo – por la canasta básica solo llega arroz (poco) azúcar, sal y granos (con atrasos en la entrega, incluso) el dueño de una de ellas se quejó de que no pudo sacar 5 mil pesos en efectivo, de un banco.
Tal es el caso del Grupo de Construcciones Pilares, una Mipyme a la que se le impidió extraer 5,000 pesos cubanos en efectivo, necesarios para pagar a un proveedor que no aceptaba transferencias bancarias.
A pesar de mostrar la Gaceta donde se especificaba la fecha de entrada en vigor de la Resolución 111/2023 del Banco Central de Cuba, no se les permitió el reembolso, lo que ha paralizado una obra en construcción.
La situación enfrentada por esta Mipyme resalta los desafíos de esta transición hacia la bancarización y su impacto en las operaciones cotidianas, señala el portal Cibercuba Noticias.
Por las redes sociales los ejemplos sobran. No sabemos si a modo de broma o realidad, pero el actor cubano Luis Alberto García expuso cómo «no pudo pagar» a un cuidador de baño, por no tener efectivo él, y el anciano no tener un canal de pago electrónico.
Otro asunto tiene que ver con los por cientos que se están cobrando por las transacciones electrónicas.
Fincimex, entidad financiera estatal gestionada por Gaesa, es una de las que se beneficia con la bancarización en Cuba al ofrecer terminales de punto de venta (POS) para cumplir con las regulaciones del Banco Central de Cuba.
Cuando los «actores económicos» van a cobrar digitalmente por montos superiores a 5,000 pesos cubanos (CUP), terminan pagando una comisión a Fincimex por cada transacción, aunque no se especifica el porcentaje.
Esta comisión impactará potencialmente en los precios de productos y servicios al consumidor final, en medio de la inflación en Cuba.
Algo parecido lo sufrió la internauta Yadira Álvarez. A través de un post en Facebook, ella expuso cómo al pagar en un lugar con POS, Fincimex le cobró un porcentaje de recargo – (bajo, pero eso significa que se te cobra de más), expresa ella -, que además se pregunta:
«¿No había que incentivar el pago por vías alternativas?», haciendo clara referencia a declaraciones ofrecidas por funcionarios y dirigentes cubanos de alto rango, entre ellos el gobernante Miguel Mario Díaz-Canel Bermudez, a la hora de promover la bancarización.
«Pero no era que te daban descuento por bancarizarte? Bueno, y de qué me asombro yo a estas alturas?,» se preguntó la internauta Alynn Benitez.
Entre otros tantos comentarios recibidos en su publicación, hay varios que destacan lo mismo, y otros exponen graves errores con la entrada en vigor de una bancarización forzada, sin estar preparado el país tecnológicamente para esta tarea; además de considerarse un país desconectado informáticamente.
Y otros tantos problemas prácticos más.
Lidia Romero Moreno dijo que se encontraba «sentada en un café y antes de pedir» le dijeron que no aceptaban transferencia. En un caso como ese, ¿qué hacer? Irse del lugar, no hay de otra.
Gilda Núñez confirmó que los POS siempre cobran un recargo.
«Es del 2% creo…,» expresó.
Yeye Hernández Molina comentó:
«Weno… yo ayer tuve que pagar en MLC porque no tenía efectivo encima y no aceptan en ese lugar transferencias en CUP. Cogen el MLC a 180, así que acabé pagando unos 50 pesos de más por cada producto. La excusa fue que luego no pueden sacar efectivo en CUP del banco. Ya les dije que perderán clientes».
Aideé Rodríguez Infante comentó que ya hay personas «ayudando» a los necesitados.
«Por cada 1000 cup están los buena «gente». 100 o 150 si estás necesitado, ya se apostan al lado de los cajeros, para los soñadores que piensan encontrar dinero allí», dijo.
El internauta Bryan Franchy dijo que en el Mercado d Infanta y Manglar, la cajera le pasó todos los productos doble de la tarjeta, y que tras el error le dijo que tenía que esperar «a q no sé kien me reponga el dinero», dijo el joven visiblemente iracundo, pidiendo que le devolvieran el dinero de manera INMEDIATA, a lo que Damicel Abreu Diazz le comentó que el dinero de vuelta le llegaría en el transcurso de una semana o un mes.
Otro internauta, Sergio Limonta Soto, compartió que una conocida suya fue «a un hotel en Varadero, a efectuar pago directo en el hotel (emeleces) y cuando pasó la tarjeta hubo problema de conexión y le descontó el dinero, pero no se lo cobró.»
«Dinero en el limbo. El banco que si máximo 72h. El hotel que si no se responsabiliza».
La solución para este caso de bancarización parece sacada de un libro de horror y misterio:
«Tuvo que volver a pagar o quedarse sin hotel», precisó.
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