El diputado a la Asamblea Nacional de Cuba, el joven Carlos Miguel Pérez Reyes cuestionó públicamente al gobernante cubano Miguel Díaz-Canel, en Twitter, sobre las nuevas medidas de bancarización propuestas por el Banco Central de Cuba.
El diputado le pidió a Díaz-Canel claridad sobre la implementación gradual de la bancarización y criticó el hecho de que la propuesta carece de un análisis integral.
Pérez Reyes señaló seis problemas no abordados por esta estrategia, incluyendo el déficit fiscal, la ausencia de un mercado cambiario legal y el desabastecimiento de tiendas. Pérez también pronosticó posibles efectos negativos, como el cierre de establecimientos gastronómicos y problemas en el comercio de insumos básicos; y cuestionó sobre todo la capacidad de la infraestructura tecnológica para respaldar el comercio electrónico y el dinero digital.
En esa misma línea parecen estar dos expertos entrevistados por Diario de Cuba: los economistas Emilio Morales y Elías Amor.
Según estos expertos, la medida podría tener múltiples motivaciones, entre ellas el intento de tomar mayor control sobre los intercambios monetarios de los ciudadanos y fomentar el uso de los bancos estatales. Sin embargo, se ha señalado que los cubanos tienen una fuerte dependencia del efectivo en su vida diaria, y muchas actividades informales se resuelven mediante transacciones en efectivo. La incapacidad del estado para satisfacer las necesidades básicas de la población ha llevado a la adopción de soluciones no oficiales, lo que hace que la medida sea vista con escepticismo.
Esta medida también podría tener un impacto significativo en emprendedores y pequeñas empresas que no cuentan con plataformas digitales de pago. La dificultad en acceder a estas tecnologías podría limitar aún más la capacidad de los emprendedores para operar y expandirse.
Los expertos argumentaron que se trata de un intento desesperado del gobierno cubano por recuperar fondos en medio de la crisis económica que enfrenta el país. La disminución de ingresos por rubros como el turismo y las remesas ha afectado gravemente la capacidad de compra del gobierno.
Sin embargo, la bancarización forzada no abordaría los problemas estructurales de la economía cubana y podría resultar en un aumento de la economía informal, además de posibles consecuencias sociales como protestas y rebeliones.
Otro periodista cubano, el camagüeyano José Luis Tan Estrada, un joven que fue expulsado del magisterio en la Universidad de Camagüey por cuestionamientos al sistema de prensa y sistema en general en la isla, puso a manera de ejemplo en su perfil de Facebook, lo que le pudiera suceder a «Juan».
«Cómo decirle a Juan, que vive solo, tiene 77 años, y nunca ha cogido un teléfono celular en sus manos que, dentro de poco, para pagar la corriente y otros servicios tendrá que usar aplicaciones móviles. Además, su chequera de MIL 500 pesos, no podrá cobrarla en el cajero automático porque el Banco no dispone casi de efectivos,» comenzó diciendo.
«Sin dudas, quienes toman las medidas en este país, obvian que en Cuba existe un millón 821 mil jubilados y pensionados, según el cierre del 2022 del Ministerio de Finanzas y Precios, y que muchos de estos, son como Juan, que no cuentan con la infraestructura y los recursos necesarios. Bienvenidos a otro desastre económico y social,» concluyó.
Sin embargo, el gobierno no ha cesado de «explicarle» al pueblo, lo necesaria de esta medida, intentando convencerles que «se hará bien», «de manera gradual» y correcta.
Sin embargo, los cubanos no tienen tan mala memoria, y en las redes se menciona la palabra «(des)ordenamiento».
Que se haría bien, que ese era el camino a seguir, que la dolarización de las tiendas era importante para abastecer las tiendas del pueblo, etc. y etc. se dijo en su momento sobre ese cambio económico que daría la isla. Promesas, tal y cómo ahora señalan con relación a la bancarización de la economía.
¿El resultado? Tras varios meses de «ordenamiento», el valor del peso cubano sigue cayendo y ahora se necesitan 240 CUP para comprar un dólar en Cuba. La devaluación de la moneda se da en un momento financiero delicado para el país después de la bancarización de las transacciones.
Esa caída acelerada tiene un motivo: la bancarización anunciada por el régimen.
El cubano ya no confía en su moneda, y el resultado no puede ser más nefasto. Actualmente, el salario mínimo decretado por el «ordenamiento económico» ha quedado en tan solo $8,75 dólares aproximadamente al mes.
Esta caída afecta el poder adquisitivo de la población, ya que el salario mínimo cubano es siete veces menor que el umbral establecido por el Banco Mundial para la pobreza extrema. El dólar llegó a 240 pesos en el mercado negro y sigue subiendo, mientras que el Euro se mantuvo estable en 245 pesos y el MLC subió a 210 CUP.
Al parecer el presagio de que el dólar estadounidense rompería el récord del cubano Javier Sotomayor antes de fin de año, se cumplirá este mismo mes de agosto. Ya al menos, el euro, lo ha igualado.
nota relacionada: El dólar de George Washington amenaza con romper récord mundial en CUP de Javier Sotomayor
Y, ¿qué dice el gobierno?
Todos los diarios provinciales y nacionales amanecieron hoy con la noticia de la reunión efectuada en el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros, donde se discutió el proceso de bancarización en el país como «una estrategia moderna y beneficiosa para la población.»
El encuentro fue encabezado por el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez y Manuel Marrero Cruz, Primer Ministro, momento en el que se aprobó el Programa de Bancarización, que busca promover el uso de canales electrónicos de pago y cobro.
Pero una cosa es promoverlos, cosa que pudieron haber hecho antes, y otra forzarlo, sin tener las condiciones mínimas adecuadas.
Díaz-Canel subrayó la importancia de informar y responder a las inquietudes sobre estas medidas, especialmente la relacionada con la extracción de dinero en cajeros automáticos.
Según los medios oficialistas que cubrieron la reunión, se enfatizó «en el avance del comercio electrónico como un resultado deseado y se mencionó la medición del progreso y los nuevos servicios en esta área».
Se informó que el Banco Central está trabajando en la implementación técnica de las medidas, y se dijo que el desafío es mejorar el servicio y reducir las colas en los bancos.
Manuel Marrero Cruz indicó que es esencial que las entidades estatales impulsen la bancarización y se preguntó sobre las actividades que más demanda la población en este contexto.
La reunión también abordó temas como la producción de alimentos, distribución, transporte, abastecimiento de agua y energía eléctrica, males que enfrenta la isla, amén de otros como el envejecimiento de la población y la migración, temas que abordaremos en un próximo análisis.
