Díaz-Canel instó a los empresarios iraníes a invertir en Cuba como una estrategia para eludir las sanciones impuestas por Estados Unidos a ambos países.
A pesar de las posibles dificultades, las autoridades cubanas insisten en que el plan de bancarización es de vital importancia para la economía del país.
Un análisis del economista Elías Amor apunta a que las “idas y venidas” del gobierno en materia económica podrían generar “daños muy superiores a los que se pretenden resolver.
CRF adquirió gradualmente una deuda soberana cubana de unos 1.300 millones de dólares, de los cuales ahora reclama unos 78 millones de dólares en préstamos contraídos por el BNC en 1984 con los bancos europeos Crédit Lyonnais Bank Nederland e Istituto Bancario Italiano.