Aunque la Oficina Nacional de Administración Tributaria (Onat) aseguró este miércoles que en la actualidad en Cuba el 65% de los pagos de tributos y el 62% del importe total que estos ingresan al Presupuesto del Estado se reciben por canales electrónicos, los ciudadanos de a pie insisten en que las autoridades deben “darse una vuelta por cajeros y bancos” para que vean que “andamos en modo sálvese quien pueda”.
Sobre la apresurada implementación de una bancarización en la isla, un usuario del sitio oficialista Cubadebate destacó que “iniciamos con cajeros insuficientes; el proceso de obtener las tarjetas magnéticas se puede catalogar como agobiante; ahora no existe el efectivo necesario o equivalente al ordenamiento económico; y para rematar, personas y entidades con cuentas y tarjetas electrónicas no quieren usar ese sistema para comercializar”.
“Es una pena como el país quiere agilizar que los pagos se hagan por las pasarelas de pago como Transfermóvil y después por no dar seguimiento no se cumple nada”, expresó otro lector poco más de dos meses después de que viera la luz la Resolución No.111 de 2023 del Banco Central de Cuba (BCC), que contiene las normas bancarias sobre límites para los cobros y pagos en efectivo en moneda nacional, su depósito, extracción y tenencia.
A lo anterior se suman las quejas de varios habaneros que afirmaron que este mes de octubre han tenido problemas para pagar el servicio de gas manufacturado a través de Transfermóvil, “por lo que hemos tenido que acudir a las oficinas comerciales de cada municipio y pagar en efectivo”.
En resumen, no pocos cubanos reconocen que la bancarización es necesaria, pero confirman que el país no está listo para llevarla a cabo, mucho menos de manera acelerada.
Si bien según las cifras oficiales las provincias donde más tributos se pagan de forma electrónica son Guantánamo (88%), Pinar del Río (83%) y Villa Clara (80%), Carmen, una guantanamera, contó en el foro de Cubadebate que “en la vida real, no la del televisor”, en el territorio más oriental de la isla “nadie quiere aceptar transferencias para el pago electrónico. Hablo de lugares donde expenden alimentos, ya sean estatales o particulares. Si no das efectivo, simplemente no compras”.
Otro internauta contó cómo a la hora de pagar “una abultada cuenta” en un bar de Varadero, le dijeron que el terminal del post “lo habían mandado para el taller, porque estaba roto y que el código QR no funcionaba”, por lo que tuvo que ir “de mesa en mesa” para poder pagar en efectivo.
De acuerdo con la Onat, las provincias que menos hacen pagos de tributos a través de canales electrónicos son La Habana (49%), Las Tunas (50%) y Holguín (52%).
No obstante, una cubana comentó en Cubadebate que no se entiende que en las tiendas de las corporaciones Cimex y TRD, donde la población compra módulos en pesos cubanos, “no admiten el pago electrónico”, por lo que “es obligado hacerlo en efectivo”.
Datos oficiales señalaron que más de 378,000 trabajadores por cuenta propia y la totalidad de las más de 8,500 pequeñas y medianas empresas aprobadas hasta mediados de junio de 2023 poseen una cuenta bancaria fiscal para realizar sus operaciones financieras.
Hay que recordar que el gobierno cubano exige que los pagos derivados de obligaciones con el Presupuesto del Estado se hagan mediante los instrumentos de pago y canales digitales, desde dichas cuentas.
Mientras Cuba enfrenta una inflación sin límites, las autoridades de la isla dicen que el uso de las cuentas bancarias con propósitos fiscales representará más ingresos para el Presupuesto del Estado, porque “contribuirá a disminuir las conductas de evasión de impuestos, y permitirá que haya más efectivo disponible para la población”.
Hace apenas dos semanas fue noticia que el gobierno cubano no dejará salir del país a las personas que tengan deudas con la Onat.
Esta misma semana Yudith Navarro Ricardo, jefa del departamento de Cobranza de la dirección de Recaudación de la Onat, dijo que hasta el momento unos 600 contribuyentes han sido ‘regulados’, es decir, que tienen prohibido salir al extranjero por el impago de impuestos.
