Mientras aumentan los vuelos de deportación de cubanos a la Isla y siguen varados miles en la frontera sur de México en busca del «sueño americano», los presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador anunciaron este lunes la adopción de una serie medidas para frenar los cruces fronterizos irregulares.
López Obrador en su tradicional comparecencia de prensa matutina anunció que el domingo había hablado por teléfono e con su homólogo estadounidense a solicitud de este con el tema Inmigración como asunto único. Al rato, la Casa Blanca dio a conocer un comunicado.
Los dos presidentes “discutieron cómo manejar efectivamente la migración hemisférica, fortalecer la eficiencia operativa en la frontera compartida, y así mejorar la seguridad y prosperidad de los ciudadanos de ambos países”, según la declaración conjunta.
“En el corto plazo, los dos líderes ordenaron a sus equipos de seguridad nacional trabajar juntos para implementar de inmediato medidas concretas para reducir los cruces fronterizos irregulares protegiendo al mismo tiempo los derechos humanos”, añade la nota
El comunicado no detalla qué tipos de medidas se adoptarán pero la preocupación entre los migrantes recientemente llegados a la Unión Americana en espera de concurrir ante un juez o varados en suelo mexicano comienza a potenciarse ante la posibilidad de masivas deportaciones.
Al margen de medidas a corto plazo, Biden y López Obrador también se comprometieron a impulsar iniciativas para abordar las causas de la migración en el hemisferio occidental, al apuntar que “el aumento de la prosperidad y la seguridad compartidas será de vital importancia para abordar eficazmente el desafío de la migración a largo plazo”.
Analistas recordaron que en el caso cubano López Obrador suele culpar únicamente al «bloqueo» de Estados Unidos y a la influencia de los políticos anticastristas de origen cubano del sur de la Florida como la causa del éxodo de los cubanos. AMLO nunca se ha ocultado para manifestar su admiración por el desaparecido líder autoritario Fidel Castro y por el sistema comunista de la Isla.
Cuba registró una oleada migratoria sin precedentes que ha batido records en los últimos años. Incluso a pesar de las alertas a no lanzarse al mar porque, además del riesgo, serán devueltos, el número de balseros cubanos no se ha frenado.
El año 2022 ha marcado el éxodo mayor hasta ahora al superar la migración del puerto occidental de Mariel en 1980 que registró el arribo de unos 125.000 cubanos a La Florida. El escape masivo reciente también sobrepasó la «crisis de los balseros» de 1994 de más de 35.000 personas hacia el Norte, ambos flujos por vía marítima.
Cuba cerró 2023 con más de 5.200 deportados, la mayoría desde Estados Unidos. En 2022 fueron más de 10.000, año en que llegaron cerca de 313.500 cubanos a la tierra del Tío Sam, según datos de su Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza(CBP).
En 2022, unos 18.000 cubanos solicitaron el refugio en México, en 2021 fueron casi 8.300 y en 2020, 5.700 de acuerdo a la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar).
La llamada telefónica pedida por Biden a AMLO confirma la piedra en el zapato que le significa la inmigración irregular para el inquilino demócrata de la Casa Blanca en su aspiración reeleccionaria de intentar derrotar al ex presidente Donald Trump en noviembre próximo.
López Obrador por su parte continúa sacando su lasca política a sabienda de esta presión sobre Biden de quien dijo es un » amigo».
Ambos presidentes acordaron “mantener abierta la frontera para que quienes hacen sus trámites legales puedan llegar a Estados Unidos, pero que no haya migración, vamos a decir, irregular”, dijo ante periodistas en Palacio Nacional en la capital mexicana.
