La crisis económica en Cuba es un reflejo de una combinación de factores internos y externos que han convergido para crear un panorama sombrío para sus ciudadanos. Con cada día que pasa, la esperanza de recuperación se desvanece.
La situación actual de la gastronomía en Sancti Spíritus y el proceso de bancarización en Trinidad reflejan los desafíos que enfrenta la economía cubana. Las esperanzas de mejora se ven mermadas por la realidad de un sector golpeado por la escasez, la inflación y la desmotivación laboral.
Lázaro Manuel Alonso y Miguel Reyes, periodistas alineados con la postura oficial, parecen estar asistiendo a la muerte en vida de un gobierno que ellos pregonan y defienden, una vez que sus bolsillos han comenzado a sentirse "el golpetazo".
Un jubilado promedio en Cuba, actualmente, debe vivir con $0.20 centavos de dólar diarios. Un médico especialista, con $0.74 centavos de dólar diarios.
Se ven con frecuencia a personas mayores haciendo interminables colas para adquirir algún alimento o, en el peor de los casos, durmiendo en los portales o hurgando en la basura.
Contrario a la opinión popular, el vicepresidente del Banco Central de Cuba (BCC), Alberto Quiñones Betancourt, enfatizó que la bancarización no es el motivo detrás de la escasez de efectivo en el país.