Los nuevos actores económicos no quieren depositar el dinero en efectivo que recogen en las ventas. Los problemas en la gastronomía se suceden uno tras otro debido a la desorganización, desordenamiento, y múltiples causas que conspiran contra el pueblo.
Ese, es el resumen de dos sendas notas aparecidas en el diario espirituano Escambray que demuestra cuánto falta por hacer, aunque tal parece que nada se podrá hacer.
La gastronomía en Sancti Spíritus enfrenta un panorama desalentador. La dificultad para adquirir materias primas y el impacto de los precios en la gestión del sector han llevado a una situación crítica.
Restaurantes emblemáticos como El Conquistador e Islas Canarias, que antes requerían reservaciones, ahora luchan por mantenerse a flote. La rotura de un ascensor en Islas Canarias, por ejemplo, simboliza las adversidades actuales.
El proceso de transformación del sector de la gastronomía en 2020, que buscaba mayor autonomía empresarial, generó esperanzas de renovación. Sin embargo, el aumento de precios en productos importados y nacionales ha afectado gravemente al sector, uno de los más deteriorados según Betsy Díaz Velázquez, ministra de Comercio Interior.
A pesar de la autonomía otorgada a las Unidades Empresariales de Base, la calidad del servicio y la atención al cliente siguen siendo puntos débiles en la gastronomía. Los salarios bajos y la falta de recursos para garantizar variedad y calidad en las ofertas han desmotivado a los trabajadores, llevando a un éxodo hacia el sector no estatal.
Rafael Aguado Rodríguez, director de Gastronomía en el Grupo Empresarial de Comercio en Sancti Spíritus, señala las limitaciones en las operaciones comerciales debido a restricciones en los pagos en efectivo. La competencia con el sector no estatal es desigual, y la gastronomía estatal sufre por la falta de productos esenciales como aceite y cerdo. A pesar de algunos ejemplos positivos en la provincia, la situación general refleja un «desperfeccionamiento» del sector.
Por otro lado, en Trinidad, la implementación de la bancarización busca dinamizar las finanzas de los actores económicos. Adrianny Antúnez Alfonso, viceintendente del Gobierno en Trinidad, destaca los esfuerzos para aumentar el uso de canales electrónicos de pago. Aunque más del 90% de las empresas estatales utilizan plataformas digitales, áreas como Topes de Collantes y Pitajones enfrentan dificultades debido a la pobre conexión de datos móviles. Se ha iniciado un proceso de capacitación para todos los actores económicos, pero la incorporación de los trabajadores por cuenta propia a los depósitos de efectivo en el banco sigue siendo un desafío.
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