El Gobierno de la isla insiste en ver a la empresa estatal socialista como el principal actor de la economía y a las formas de gestión no estatales como un complemento.
La situación actual de la gastronomía en Sancti Spíritus y el proceso de bancarización en Trinidad reflejan los desafíos que enfrenta la economía cubana. Las esperanzas de mejora se ven mermadas por la realidad de un sector golpeado por la escasez, la inflación y la desmotivación laboral.