Los errores de la llamada bancarización de la economía cubana siguen saliendo a la luz pública, con un gobierno cubano tal vez apelando al cansancio de las masas. Dicen que los cubanos terminan acostumbrándose y adaptándose a sobrevivir, cada vez con menos cosas; y dicen también que todo comenzó cuando «se dejaron meter el pie» por primera vez.
El proceso de la bancarización trasciende por mares tortuosos en todos los territorios del país; con sobrado margen ganador para aquellos lugares del interior del país. ¿Acaso alguien puede imaginarse cómo está llevándose a cabo la digitalización del comercio en un lugar tan intrincado de la geografía cubana como el famoso – y ficticio – poblado de Remanga La Tuerca?
Tal vez no, pero en Ciego de Ávila, que está un poquito más adelantado, la cosa no va del todo bien.
Recientemente, en la provincia de Ciego de Ávila, la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz Velázquez, realizó un recorrido para evaluar la situación del sector, y según el medio Invasor lo que más se observó fue un deterioro económico en la región, con deudas por pagar que alcanzan los 300 millones de pesos.
Allí, donde la venta de la canasta básica genera pérdidas mensuales y la gestión mercantil aún es insuficiente y se discute la incorporación de plataformas como Enzona y Transfermóvil para impulsar las transacciones electrónicas, se están digitalizando las oficodas, pero tampoco este proceso marcha bien.
El diario, de la mano de la propia periodista, Katia Siberia, señala que este proceso – el de la digitalización en las Oficinas de Registro de Consumidores (Oficoda) de Ciego de Ávila – debió concluir en septiembre de 2022, pero aún quedan 33,204 consumidores por ingresar en el sistema.
Los problemas, señala Invasor, han surgido debido a errores en los números de carnés de identidad al ingresarlos en el sistema, lo que ha retrasado la conexión de las 26 Oficodas en la región.
Lo que se ha logrado hasta junio de 2023, aún a pesar de las alianzas con los Joven Club de Computación, es el «casi casi» de la digitalización, y dicen se trabaja en conectar la base de datos de Oficoda con la Ficha Única del Ciudadano para agilizar trámites y detectar irregularidades, como casos de fallecimiento o salidas del país.
Pero, en Guantánamo, tampoco anda la cosa…
Así lo confirma Venceremos, en un texto titulado «A Banca revuelta…», donde se plantean subliminalmente los lentos avances de la bancarización en Cuba, en temas de infraestructura.
El diario señala que, aunque se pueden pagar servicios como electricidad, agua y otros con tarjetas, el mercado informal sigue siendo una parte importante de la economía y se prefiere el efectivo.
En una especie de círculo vicioso se alega que la escasez de efectivo ha dificultado las transacciones electrónicas, y se denuncia cómo el mercado subterráneo está activo, con anuncios de transacciones en efectivo y comisiones por transferencias en moneda cubana.
Esto, concluye el diario oficialista, complica la economía y la confianza en el sistema bancario, que señala cómo la bancarización seguirá siendo un desafío hasta que se restaure la confianza en el sistema bancario y se reduzca la dependencia del efectivo, porque si algo se acumula y persiste es la desconfianza entre la población, por el valor del dinero guardado en el banco.
tal vez quieras leer: Aún por verse las terribles consecuencias de la bancarización forzada en Cuba
