Sustentar la tesis de que habrá cambios en Cuba para más, decir que Vamos por Más, y pensar en cómo la visita de Lula a la isla, o el discurso de Díaz-Canel en la ONU ayudarán ostensiblemente la vida de los cubanos, resultaría una falacia mayúscula.
Ni la visita de Lula, ni el reciente discurso de Díaz-Canel en la ONU resolverán males productivos ya enraizados ferozmente en la isla.
¿Traerá más turistas a Cuba? No creemos. Y este es un asunto clave en la recuperación económica de la isla.
Menos de 1.5 Millones de visitantes extranjeros ha recibido Cuba en los primeros siete meses del año. Esto equivale al 42.5% de la meta anual de 3.5 millones de turistas fijada por el gobierno, aunque representa, según el Ministerio del Turismo (Mintur), un crecimiento del 178.4% en comparación con el mismo período de 2022.
Sin embargo, para alcanzar la meta anual, se requeriría atraer a más de dos millones de visitantes en los próximos cuatro meses, lo cual parece improbable a estas alturas; enfrentando además una dura competencia de destinos como Punta Cana y Cancún, que ya han logrado superar las cifras prepandemia, algo que no ha podido hacer Cuba aún.
Contra el Vamos por Más conspira, además, el auge en el mercado informal cubano, del valor de la Moneda Libremente Convertible (MLC).
Durante julio, las divisas de referencia en el mercado informal mostraron un aumento, y en agosto han mantenido una tendencia ascendente similar, hasta un descenso sorprendente a inicios de este mes que ha vuelto la pasada semana a su récord de alza histórico. En conclusión, es un mercado inestable y por ende, inseguro.
Y si algo va por más es, sin duda, la moneda extranjera, que cada día se cotiza más alto.
También conspira contra el Vamos por Más, la llamada bancarización, con el anuncio de que casi un millón de jubilados no cuentan con tarjetas magnéticas para el cobro de sus pensiones, lo que representa el 38% del total de pensionados en el país, según datos de Virginia Marlen García Reyes, directora general del Instituto Nacional de Seguridad Social (Inass), del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, citados por Tribuna de La Habana.
El proceso de bancarización busca asegurar la seguridad del sistema y avanzar hacia la digitalización mediante tarjetas magnéticas, y en medio de este golpetazo imprevisto para la población, parece no haberse tenido en cuenta que aproximadamente el 70% de los pensionados cubanos recibe el monto mínimo de 1.528 pesos cubanos (CUP) como pensión, lo cual resulta insuficiente en medio de la inflación y los altos costos de vida en Cuba.
En cuanto a temas productivos, expongamos por ejemplo lo que sucede en un territorio como Sancti Spíritus, en cuanto a la producción de leche, un alimento esencial, para la población infantil y las llamadas «dietas».
Tan solo en ese territorio se ha incumplido en el actual año en más de 25 millones de litros el plan productivo establecido para los primeros ocho meses, lo cual representa solo el 40% de la cantidad prevista para este período, refiere Escambray.
Precios bajos de compra a los campesinos, robos de ganado y alta mortalidad del ganado por falta de alimentación, inciden directamente en el «Vamos por más» que este sector se habría trazado antes de 2023.
El gobierno cubano ha reconocido sin fin de veces los desafíos económicos y de inflación en el país, lo que afecta la capacidad de satisfacer las demandas de la población.
En medio de esta situación, se informa que se están buscando soluciones creativas, como elaborar «helado» a base de almidón de arroz debido a la falta de materia prima para la producción tradicional, aunque esto último no sabría decirles si sería «Vamos por Más» o «Vamos por menos».
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