La comunidad cubana se encuentra en vilo ante la desaparición de dos menores de edad en dos incidentes separados que han conmovido al país.
En Mayarí, provincia de Holguín, una joven madre de 17 años, Rut Natalia Benítez Rodríguez, y su bebé de seis meses han desaparecido, sumiendo a su familia en la desesperación.
Paralelamente, en La Habana, la pequeña Lali Paola, de apenas tres años, lleva siete días desaparecida tras el trágico asesinato de su madre, dejando a la comunidad pidiendo «un milagro» para su regreso.
Rut Natalia y su bebé, residentes del poblado de Guaro, han estado desaparecidos durante varios días, informó en las últimas horas el medio Cibercuba Noticias.
La última vez que se les vio fue cuando Rut salió con su hijo a una fiesta del pueblo y se encontró con el padre del menor, Ernesto Javier Espinoza Mañe.
La familia de Rut, preocupada por su bienestar, ha denunciado su desaparición a la policía, pero hasta el momento, no hay resultados. La madre de Rut, Tania Rodríguez, expresó su temor de que su hija esté en manos de Espinoza Mañe, quien tiene un historial de violencia hacia Rut.
En un caso igualmente desgarrador, Lali Paola ha estado desaparecida en La Habana durante siete días.
La tragedia se agravó con el hallazgo del cuerpo de su madre, asesinada y abandonada en la costa. La comunidad y la familia de Lali se han unido en oración y búsqueda, pero hasta ahora, sus esfuerzos no han dado frutos. La esperanza y la fe son lo único que sostiene a los seres queridos de Lali en esta angustiosa espera.
La desaparición de Rut y su bebé, así como la de Lali Paola, no solo son tragedias individuales, sino también un llamado de atención sobre la necesidad de proteger a los más vulnerables en la sociedad. La comunidad cubana, tanto dentro como fuera de la isla, se ha movilizado en un esfuerzo por encontrar a estos menores y devolverlos a un entorno seguro.
La incertidumbre que rodea estos casos ha generado una oleada de solidaridad entre los cubanos, quienes a través de las redes sociales y otros medios, buscan amplificar la búsqueda y apoyar a las familias afectadas, compartiendo la información; una estrategia que ha sido reconocida desde hace ya muchísimo tiempo como más efectiva que las tradicionales.
En la isla, aún no se ha implementado un sistema de alerta masiva, ni siquiera a nivel local , en los casos que involucran a menores desaparecidos. Tampoco en el caso de mujeres desaparecidas.
Los grupos de activistas vienen luchando desde hace ya muchísimo tiempo para que el estado implemente en la práctica estos avisos que, se ha comprobado, han logrado salvar vidas humanas al involucrar en la búsqueda y/o reconocimiento de las víctimas, a las personas ubicadas geográficamente cerca de donde ocurre el incidente.
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