La plataforma YoSíTeCreo en Cuba insistió una vez más en la necesidad de contar en el país con un servicio de alerta general, para evitar sucesos como el de la muerte del niño Eudis Yanyel Bueno Bec, un niño que «desapareció» en Guanabacoa, y el cual se encontró demasiado tarde, cuando ya no era posible hacer nada por su vida.
La plataforma dijo que el niño «no debió morir» y que «su pérdida nos deja en duelo y con la pregunta de qué hubiera pasado si se le hubiera encontrado algunas horas antes.»
La plataforma cuestionó una vez más cómo es posible que en Cuba, «un país donde existe un monopolio de las comunicaciones, ETECSA_Cuba, y todos los medios fundamentales de comunicación son estatales,» no exista una alerta capaz de activarse «ante las desapariciones».
«(…) parece imposible y no estar entre las prioridades de las autoridades,» dijo la plataforma que acto seguido expuso ejemplos de cómo si se usa este «servicio» para casos que no tienen nada de importante.
«Recibimos en los celulares SMS por fechas históricas, promociones… pero nunca una alerta para buscar a un niño de 3 años, de Guanabacoa, que se perdió del portal de su casa,» señaló.
Aunque la plataforma no lo expresó, en no pocas ocasiones a los celulares cubanos han llegado mensajes masivos de corte político tales como «Todos a la plaza el 1ro de Mayo» y otros en referencia a las «votaciones».
En Cuba, grupos independientes de activistas enfocados tienen un servicio de alerta para estos casos de las desapariciones de niños: la #AlertaMayde.
Sin embargo, reconoce YoSíTeCreo en Cuba, esta alerta «tiene limitaciones: nunca va a tener el alcance de una alerta estatal que haga sonar todos los teléfonos móviles, de un área o el país, en dependencia de cada caso. Ni puede activar otros protocolos policiales».
«Nadie debe estar en situación de desaparición y mucho menos menores de edad. El riesgo a desenlaces fatales aumenta cada minuto de desaparición, por lo que hay que actuar acelerada y colectivamente por su alta vulnerabilidad.
«Brilla en el cielo, Eudis Yanyel, y ojalá nos movilicemos para que tu historia no se repita nunca más,» concluyó diciendo la plataforma.
Lo cierto es que esta no pide un imposible; y además, lo que pide, es un sistema que es utilizado en la mayoría de los países desarrollados del mundo.
En EE.UU. y otros países más avanzados en este tema, existe la llamada Alerta Amber, que es un sistema destinado a la localización inmediata de menores desaparecidos.
La alerta Amber surgió a raíz del secuestro y asesinato de la niña Amber Hagerman en Arlington, Texas, en 1996, cuando la menor, cuyo nombre completo era Amber Rene Hagerman, fue secuestrada el 12 de enero de 1996 mientras manejaba su bicicleta y fue encontrada asesinada poco después.
A raíz de este trágico evento, medios de comunicación y policías locales se unieron para desarrollar un sistema de alerta temprana, con el objetivo de acelerar la difusión de información sobre niños secuestrados y así aumentar las probabilidades de encontrarlos a salvo. El nombre «AMBER» es un retroacrónimo que significa «America’s Missing: Broadcast Emergency Response», aunque claro, también hace referencia al nombre de la niña Amber Hagerman.
La eficacia de este sistema, que perfectamente es posible de poner en práctica en Cuba, depende de varios factores, y en el caso cubano dependería de la voluntad de un gobierno y de unos diputados, que parecen estar más interesados en «el legado de Fidel» y en respaldar las propuestas ideológicas de Esteban Lazo Hernández.
La Alerta Amber – o el nombre que se le ponga en Cuba – ha demostrado ser una herramienta eficaz en muchos casos, y uno de los factores clave para su eficacia es el apoyo ciudadano; pues la cultura de denuncia y participación de la comunidad se consolida como una herramienta esencial en la búsqueda y recuperación de los menores desaparecidos.
En este tipo de aviso masivo, participan además, las emisoras de radio y televisión, quienes desempeñan un papel fundamental ya que el contenido del mensaje de una Alerta Amber puede influir directamente en su eficacia.
Es vital que todos los actores involucrados trabajen de manera coordinada para garantizar la efectividad de este sistema, pero a pesar de los reiterados llamados a establecer ese servicio en la isla, el gobierno no parece interesado en hacerlo, a pesar de que, de boca para afuera, asegura trabajar por el bienestar de los menores en Cuba.
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