La desaparición de Karildi Marín es una tragedia que afecta a una familia entera, y su búsqueda debe ser una prioridad para todos, especialmente para las autoridades encargadas de velar por la seguridad de los ciudadanos.
La comunidad espera que la visibilidad de estos casos no solo ayude a encontrar a las jóvenes desaparecidas, sino que también impulse a las autoridades a tomar medidas más firmes y proactivas para prevenir futuras desapariciones y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos cubanos.
Afortunadamente, para María de las Mercedes y sus seres queridos, esta historia concluye con un desenlace positivo, devolviendo la paz a una familia que había enfrentado días de incertidumbre y miedo.
Walfrido Hernández, descrito por su familia como un dedicado padre y abuelo, así como el cuidador de su abuela de 93 años, había desaparecido desde la mañana del miércoles, después de salir de su hogar con el simple propósito de comprar pan.
Según los informes que recibió la familia, Karildi podría estar muy delgada y desorientada, lo que podría hacer que no se parezca a la foto que se ha compartido por las redes, por lo que su hermano hizo énfasis en que Karildi posee tatuajes distintivos que facilitarían su identificación.
La incertidumbre que rodea estos casos ha generado una oleada de solidaridad entre los cubanos, quienes a través de las redes sociales y otros medios, buscan amplificar la búsqueda y apoyar a las familias afectadas
La determinación de su familia y la comunidad por descubrir la verdad detrás de la desaparición de esta joven no ha disminuido, y esperemos que esta publicación y las hechas por Niover en su canal de Instagram movilicen esfuerzos para encontrarla.
Maylin Cabrera, tía de las niñas, compartió en redes sociales su angustia y proporcionó números de contacto para recibir cualquier información sobre el paradero de las pequeñas: 59231792 y 54821046.
La mafia mexicana parece haber encontrado otro filón dorado en las publicaciones hechas por cubanos con relación a algún familiar desaparecido. Al hacer de manera pública a través de las redes sociales el desespero y un número de teléfono, las llamadas se están ejecutando.