Los días en los que Ramón Luis Ayala Rodríguez, conocido como Daddy Yankee, marcaba el ritmo y el tempo en la escena del reguetón internacional quedaron atrás.
Ahora, el puertorriqueño, autodenominado en algún momento como «El Jefe del Reguetón», anunció a sus seguidores que, después de su anunciado retiro, emprenderá un camino muy diferente al sugerido por las letras de sus propias canciones: la senda de la fe.
En un esperado concierto en su ciudad natal, San Juan, Puerto Rico, frente a miles de expectantes espectadores, el ahora exreguetonero proclamó: «Se acabó una historia y va a comenzar una nueva historia, un nuevo comienzo».
El mensaje, de casi 3 minutos, comenzó con estas palabras: “Mi gente, este día para mí es el más importante de mi vida. Y se lo quiero compartir, porque no es lo mismo vivir una vida de éxito que una vida con propósito”.
El intérprete de temas como “Somos de Calle” y “Rompe” admitió haber intentado durante mucho tiempo llenar un vacío en su vida que nadie pudo colmar. Aunque aparentaba estar feliz, faltaba algo para sentirse completo. «Esos días terminaron», confesó el artista, quien también está envuelto en rumores de separación de su esposa Mireddys González.
«Alguien pudo llenar ese vacío que sentía por mucho tiempo», reconoció, señalando que para todos era alguien, pero él no era nada sin ese «alguien». «Pude recorrer el mundo durante años, ganar muchos premios, aplausos y elogios, pero me di cuenta de algo que dice la Biblia: ‘¿De qué le vale al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?'», reflexionó el reguetonero de 46 años.
Luego, reveló su nuevo camino: «Por eso, esta noche, reconozco y no me avergüenzo de decirle al mundo entero que Jesús vive en mí y que yo viviré para Él». Subrayó que, según la Biblia, todo aquel que lo reconozca públicamente también será reconocido por Él delante de su Padre. «Se acabó una historia y va a comenzar una nueva historia, un nuevo comienzo», destacó.
Daddy Yankee agregó que todas las herramientas que tiene a su disposición, como la música, las redes sociales, las plataformas y un micrófono, son ahora para el reino.
Concluyó agradeciendo a su público y animándolos a caminar junto a él: «Espero que se les grabe algo bien importante. No sigan a ningún hombre. Yo soy un humano. A todas las personas que me siguieron, sigan a Jesucristo, que Él es el camino, la verdad y la vida». Para finalizar: «¡Por fin llegué a la meta! Soy libre. Amén».
