El Amadeo Roldán ya no es el emblemático Teatro Auditorium de La Habana, sino un lugar en el que el abandono hace su agosto.
Así lo denunció a través de Facebook Pedro Luis García, preocupado por el deterioro que padece la otrora sede de la sociedad Pro-Arte Musical, que abrió sus puertas por primera vez en 1928.
Según destacó el habanero tras publicar fotografías del deplorable estado en que se encuentra el Amadeo Roldán, se siente “pena” al ver lo que ha sido de uno de los espacios más populares de la calle Calzada del capitalino barrio de El Vedado.
“Se convierte en un bosque donde crece la basura y se esconden elementos en sus ruinas”, lamentó el cubano, que no olvida cuando, en la década de los 90, visitaba el teatro los domingos a las seis de la tarde para escuchar la Orquesta Sinfónica Nacional.
García también recordó que, pese a que el Amadeo Roldán fue reparado de forma capital hace años, ahora ha vuelto a decaer con “un tono ruinoso”.
“Te fuiste, Mozart. Desapareció lo clásico. Se escucha a lo lejos una conga. Llegó la chancleta”, expresó el residente en La Habana al hacer referencia a que los buenos tiempos del teatro han quedado atrás para dar paso al olvido.
“Es una lástima que lo que fortalece la cultura, que es enriquecer el espíritu, esté privado de los recursos necesarios” y “Prefirieron priorizar la reparación de la Tribuna Antimperialista y no dejaron recursos para salvar este emblemático e histórico centro cultural”, lamentaron algunos cibernautas sobre esta “joya”.
“Dedican recursos al Tontódromo Antiimperialista, al centro del innombrable y a otras tonterías, que a pocos interesan, y abandonan un centro cultural importante. Cosas de los continuadores de la destrucción”, opinó otro usuario sobre la desidia de las autoridades.
Cabe recordar que la edificación, una verdadera reliquia arquitectónica que servía de sede a la Orquesta Sinfónica Nacional de Cuba, lleva años supuestamente siendo restaurada gracias a un proceso inversionista superior a los 20 millones de pesos.
El teatro se cerró por primera vez en 1977, luego de un incendio, y fue tan mala la reconstrucción que se le hizo que, tras volverse a abrir, solo duró funcionando alrededor de una década.
Según detalló el año pasado en redes sociales la copista de la Sinfónica Ivette Castro Delgado, la instalación se reabrió el 10 de abril de 1999, después de más de 20 años cerrada, y volvió a dejar de dar funciones en 2010.
En febrero de 2020, el ministro de Cultura, Alpidio Alonso, admitió que la inversión previa hecha en el Amadeo fue deficiente, y anunció su reapertura para el primer trimestre de 2022.
Entonces el titular aseguró que el inmueble estaba fuera de peligro, ya que habían sido sustituidas losas, paredes, escaleras y otros elementos de la infraestructura interna, si bien faltaba mucho para restaurar la fachada, y acondicionar la tecnología y el mobiliario.
“Si tenemos que cerrar otra inversión, la cerramos. El Amadeo es un símbolo, una institución de prioridad para impulsar el desarrollo de la música y ampliar la programación artística en los circuitos de instituciones, casas de cultura y teatros”, afirmó Alonso.
No obstante, la situación en que se encuentra el Amadeo es similar a la de muchos teatros que el gobierno de la isla dice que no tiene cómo reparar mientras gasta millones en construir nuevos hoteles.
En marzo de 2023 el músico Osmany Hernández denunció las filtraciones que había en el Teatro Nacional cuando llovía y recalcó que el Amadeo lleva años clausurado “por problemas constructivos tras una pésima reparación”.
Un mes antes trascendió que el Gran Teatro de La Habana, sede del Ballet Nacional de Cuba, estaba cerrado al público porque el falso techo tenía comején.