La historia de Amanda Lemus Ortiz, la pequeña niña cubana que ha conmovido a muchos tras su larga lucha por la salud, ha alcanzado un nuevo capítulo de esperanza y recuperación.
La reciente foto publicada en Instagram por la activista encargada en prácticamente sacarla de Cuba, Lara Crofs, captura la increíble transformación de Amanda, tras ser operada exitosamente en el Hospital Universitario de La Paz en España. Esta imagen simboliza no solo su recuperación sino también la unión y el enorme esfuerzo colectivo de miles de cubanos que ha rodeado su caso.
Desde su llegada a España, Amanda ha sido sometida a múltiples intervenciones, incluyendo un trasplante de hígado, con su propio padre como donante. A pesar de enfrentar serios desafíos médicos, como complicaciones que llevaron a más intervenciones y estancias prolongadas en la UCI, su situación ha mejorado notablemente. Lara Crofs, activista que ha documentado y apoyado su caso, revela que la niña muestra una actividad y una energía que parecen desmentir su difícil trayectoria médica.
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La publicación de Crofs es un testimonio emotivo de los percances vividos por Amanda desde encontrarse ella y su familia en una situación desesperada en Cuba, donde la falta de recursos médicos adecuados y la necesidad de una visa humanitaria hicieron que su caso se convirtiera en crítico.
En su mensaje, Crofs destaca la resiliencia y la esperanza que Amanda simboliza, gracias al apoyo recibido tanto de individuos como de la comunidad global que se unió para ayudar.
Los comentarios en la publicación de Instagram reflejan el afecto y la admiración de la comunidad hacia Amanda y su familia.
Frases como «Dios es grande, bebé, mucha vida para ti preciosa» y expresiones de alegría y aliento muestran el impacto emocional de su historia en los seguidores de Crofs.
Amanda y su familia aún enfrentan un camino largo hacia su completa recuperación, pero la foto compartida es un recordatorio poderoso de lo que se puede lograr cuando la compasión y la acción se unen en respuesta a la necesidad.
La primera foto de la niña publicada por Lara, mostraba unos ojos amarillentos, próducto de la alta concentración de bilis en su cuerpo, superior al 90 (ahora apenas está en 8), la falta de peso, anemia, que la tenían más cercana a la muerte que a la vida.
Es indudable que el cambio es enorme y que ha sido trascendental. La activista ha dicho que todo parece indicar que la niña finalmente se salvará, luego de que su caso hiciera temer lo peor a miles de cubanos que se unieron digital y físicamente en pro de su salvación.
