El mundo paralero en el que vive el espía Ramón Labañino le impide siquiera reconocer que «el camino» está más empedrado, que el del infierno.
Uno de los Cinco Espías juzgado y condenado en territorio norteamericano, el en Cuba llamado «Héroe de la República de Cuba», el actual vicepresidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), Ramón Labañino Salazar, dijo en la provincia de Pinar del Río que Cuba continuará por el camino de la victoria, solo que no dijo que «el camino» está lleno de baches y charcos de agua producto de salideros.
Ramón Labañino ni siquiera tuvo en cuenta que, no muy lejos de donde dijo lo que dijo, en el municipio de Consolación del Sur, el transporte de pasajeros no tuvo una buena arrancada en esta nueva etapa de normalidad, iniciada el pasado 15 de noviembre.
Labañino emprendió el camino en el lomo de una vieja yegua conocida.
Habló de «individuos que pretenden desestabilizar la realidad del país, (…) cumpliendo órdenes de la Casa Blanca» con la clara intención de «derrotar el gobierno cubano,» y dijo – ¡claro! – que desde Washington «reciben recompensa económica.»
Presenta Ramón Labañino Salazar en el acto por el Día del Economista y el Contador en la provincia pinareña, dijo que «estos grupúsculos no son más que personas las cuales tratan de subvertir el orden interno en Cuba.»
«No cuenta con ningún programa político y sólo denigran, cada vez más, a la sociedad. Atacan a nuestra economía y hacen planteamientos insinuando falta de democracia en Cuba,» se atrevió a decir el espía.
Luego descargó contra ellos por criticar que en Cuba no había propiedad privada, y tuvo que clavarle el espolón al animal para que avanzase cuatro metros refiriéndose a que «la nueva Constitución cubana, promulgada en 2019, reconoce por primera vez desde 1976 la existencia de la propiedad privada, representada por trabajadores no estatales.»
Labañino, sorteando baches y encima de la yegua corcoveante los criticó, también, porque estos denunciaron «que todos los cubanos no podían viajar al exterior» y dijo que «en este momento todo el que tenga condiciones lo puede hacer». Olvidó aclarar el espía que esa acotación de » todo el que tenga condiciones» se refiere a los cubanos que tienen dólares, bastante, para poder viajar al extranjero; y olvidó, claro está, que el gobierno que él representa, no le paga a sus trabajadores en dólares, y ni siquiera en pesos cubanos, el equivalente que merecen por su trabajo.
«También se referían a (…) que los animales no tenían derechos, y ya existe una Ley que da respuesta a esta situación,» expresó el ignorante Labañino, olvidándose por ejemplo de las palomas y gallinas decapitadas y arrojadas hace menos de un mes, en la puerta del activista Yunior García; y olvidando también el asesinato de dos de los perros del activista animalista Javier Larrea, que no ha sido esclarecido aún, y ni siquiera la policía en Villa Clara tiene intenciones de esclarecer.
Las quejas, dijo el ignorante Ramón Labañino, son de personas que «al igual que sus amos yanquis, no admiten que este sea un país libre y soberano, donde prevalece la justicia social y su pueblo está dispuesto a luchar hasta las últimas consecuencias en defensa de las conquistas sociales.»
El mal llamado Héroe de la República de Cuba seguramente se refería como «conquistas sociales» a los cientos y miles de baches que, por ejemplo, pululan en el barrio de Párraga, en La Habana; un hecho que fue denunciado por una vecina de allí, la cubana Ingrim Bernal, quien en un post publicado posteó algunas fotos del mal estado en que se encuentran las calles del Consejo Popular Párraga; más específicamente Joaquín Delgado e/ Calzada de Bejucal y Matanzas.
El mal estado de las calles allí ha provocado no pocos sustos a quienes transitan en autos, motos y bicicletas, poniendo en peligro la vida de los vecinos; ancianos y niños, entre ellos.
«No podemos más con está situación. Los charcos son piscinas y aún sin llover están llenos de agua pues la alcantarilla ha quedado sellada. Pregunto: ¿Nadie se da cuenta de esto o tiene que transitar alguien importante por esta cuadra para que la arreglen? o ¿Tiene que ocurrir un accidente grave para que se tomen medidas al respecto?», denunció la cubana. Un planteamiento por el que de seguro, Ramón Labañino la pudiera calificar como «mercenaria al servicio del imperialismo yanqui».
El transporte en Consolación del Sur
Pero, no solo son las calles las que hay que arreglar para emprender en Cuba «el camino de la victoria», tal y como planteara en Pinar del Río Ramón Labañino. También hace falta «transporte».
Y transporte es lo que escasea en Consolación del Sur, cerquita del lugar donde el espía descargó sus torpezas.
En Consolación, de las 12 rutas con que cuenta el municipio, sólo seis brindan servicio en la actualidad. Con una población de 88 mil habitantes, es lógico que la demanda no se satisfaga en lo más mínimo.
Allí, «continuar por el camino de la victoria», tal y como Ramón Labañino ha dicho que hará Cuba, costará Dios y ayuda.
Según explicó al portal Radio Guamá, el director de la Unidad Empresarial de Base “Transporte de Carga y Pasajeros”, Pedro Luis Hernández, varias rutas hoy carecen del servicio de transporte de pasajeros, entre las que destacan algunas zonas rurales del municipio consolareño.
“Están inactivas las rutas: El Ruíz, Puerta de Golpe, Herradura, Entronque de Herradura, Palenque y San Diego, por Paso Quemado,” señaló el funcionario; quien además precisó que en este momento ocho ómnibus se encuentran deshabilitados, por falta de neumáticos y baterías.
Pedro Luis, a despecho de lo que pudiera decir Ramón Labañino calificó la situación de la UEB Transporte de Carga y Pasajeros en Consolación del Sur como pésima, pues dijo que, en gran medida, las bajas causadas en el parque automovilístico se deben a la falta de piezas de repuesto.
“De forma general tenemos un estado desfavorable, pues sólo podemos cubrir el 40 por ciento de las rutas del territorio”.
“De las 22 camionetas que se encargaban del transporte del municipio, sobre todo desde y hacia la cabecera provincial, sólo se han incorporado ocho y el resto está a la espera de trámites legales”.
Seguramente se necesitará allí un empujoncito, no a los camiones ni a los ómnibus, escasos por cierto, con los que cuenta el territorio; sino a los burócratas que demoran esos «trámites legales».
Seguramente Ramón Labañino no los calificará como tal como «enemigos al servicio del imperialismo yanqui» pero sí como gente que impide que Cuba por «el camino de la victoria».
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