La sanción sobre la joven pesista cubana Marifélix Sarría Ruiz por infringir las normas antidopajes fue levantada de acuerdo a un comunicado de Centro Caribe Sports.
Las investigaciones comprobaron que la atleta, de 20 años incurrió en una violación, pero no hubo culpa o negligencia en el hecho, señala el sitio Jit.
La deportista ganó una medalla de oro de los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2023 pero le fue retirada cuando una muestra de orina dio positiva a la sustancia Boldenona y sus metabolitos, una sustancia perteneciente al grupo S1.1 de esteroides anabolizantes androgénicos de la Lista de Sustancias y Métodos Prohibidos de la Agencia Mundial Antidopaje de 2023, recordó el medio.
La cubana levantó 152 kilogramos en su tercer intento. Además, haba quedado cuarta en el «modo Arranque». En esa categoría la venezolana Naryury Pérez fue plata y la dominicana Crismery Santana bronce.
“A la atleta Sarría se le retirará la medalla de oro obtenida en la modalidad de Envión de la categoría “más 87 kg”, cuando finalice el caso y le sea aplicada la sanción disciplinaria correspondiente”, señaló el equipo médico de los Juegos.
La atleta rechazó la medida y solicitó una audiencia para probar su inocencia. El proceso investigativo descubrió que solo era “culpable” de haber comido carne de puerco contaminada en la isla, o sea el animal había estado expuesto a las sustancias prohibidas.
“Se comprobó que la muestra alterada se debió al consumo de carne de cerdo contaminada, proporcionada por sus padres sin tener conocimiento de que el animal había sido expuesto a la sustancia prohibida”, indicó el medio deportivo.
“Entre los alegatos presentados ante el panel estuvieron los del entrenador de Marifélix, Yoani Giniebra, y del doctor Yamil Gutiérrez, médico vinculado a la Federación Cubana de Levantamiento de Pesas, quienes confirmaron que en cuatro años la cienfueguera se sometió a 13 controles antidopajes sin que se detectara la presencia de sustancias nocivas”, añadió la nota.
El uso de Boldenona y cualquier otro esteroide anabólico para mejorar el rendimiento deportivo está prohibido y es considerado dopaje. En casos médicos, se utiliza para tratar condiciones como la anemia y la osteoporosis. Tiene un uso veterinario permitido, especialmente en la industria del ganado.
El Laboratorio Antidoping de La Habana había sido contratado por los organizadores salvadoreños para el análisis de las muestras a los competidores de los Juegos. La entidad cubana estaba sujeto por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA) desde noviembre de 2022 hasta noviembre de 2023 a Restricciones de Pruebas Analíticas (ATR) limitado al método analítico de cromatografía de gases/combustión/espectrometría de masas de relación isotópica (GC/C/IRMS) que es la prueba oficial para detectar el dopaje de esteroides anabólicos como el que se le señala a la cubana Sarría.
Durante el periodo de restricciones, el Laboratorio de La Habana pudo continuar con sus actividades regulares antidopaje, según la Norma Internacional para Laboratorios (ISL).
Sin embargo, dijo el organismo mundial, «todas las muestras de rutina que requieran análisis GC/C/IRMS se transportarán de forma segura con una cadena de custodia demostrable a otro laboratorio acreditado por la AMA. La transferencia de muestras se llevará a cabo en consulta con la Autoridad de Pruebas correspondiente».
De ahí que debe suponerse que otro laboratorio auxilió al de La Habana, pero se desconocen informaciones al respecto.
El presidente de la Federación Cubana de Halterofilia, Jorge Luis Barcelán , expresó en su momento en redes sociales su confianza en la inocencia de la deportista y su entorno. «Estamos seguros que las autoridades de Caribe Sports y los que intervienen en el proceso de investigación probarán que dicha atleta, entrenadores, personal médico, familiares y amigos son inocentes de tal suceso,» afirmó.
