La niña cubana Ashley Manuela Echaide Mesa, que había sido sometida a un trasplante de hígado a principios de mes en un hospital de Monterrey, en México, murió este domingo.
La pequeña de tres años falleció debido a una trombosis en la vena que lleva sangre al hígado desde el intestino, según precisó a Martí Noticias Nelson Álvarez, conocido como El Porfiao, que impulsó junto a la familia de Ashley una campaña para que pudiera ser atendida fuera de Cuba.
“Todo había salido bien, estaban a punto de darle el alta y ocurrió esta desgracia”, lamentó El Porfiao, que explicó además que Ashley había salido del país en marzo y que su madre, Yanirys Echaide Mesa, fue su donante.
La noticia ha conmocionado a miles de personas que desde hace meses seguían de cerca la evolución de la niña cuya salud empezó a deteriorarse en abril del pasado año.
“Tanto dolor no tengo cómo explicarlo. Yanirys está destrozada, igual que su madre Caridad”, declaró el activista cubano.
Hay que recordar que la familia de Ashley, natural de Pinar del Río, se enfrentó a las autoridades cubanas para conseguir una visa humanitaria que le permitiera a la niña acceder al trasplante hepático que requería desde que nació.
En enero pasado, con su única hija internada en terapia intensiva, Yanirys arremetió contra el Ministerio de Salud Pública, que hasta entonces no había cumplido su promesa de llevarla a operar a España.
“Estas son las santas horas que nadie me llama, ni me dicen qué va a pasar. Mi niña está vomitando sangre. Se ha complicado y yo no voy a permitir que ella sea una más. Yo voy a salvar la vida de mi hija”, afirmó entonces la joven desesperada.
A Ashley Manuela, quien hubiera cumplido cuatro años en octubre próximo, le diagnosticaron atresia biliar a los tres meses, lo que hizo que desarrollara una cirrosis hepática, por lo que necesitaba un trasplante.
Ashley murió a pesar de que Yanirys luchó por su vida durante años y de que el gobierno cubano sabía que necesitaba un trasplante de hígado urgentemente y que en el país no había los recursos para hacerlo.
Vale señalar que desde hace varios años en Cuba dejaron de hacerse trasplantes debido a la escasez de medicamentos, insumos médicos y tecnología moderna en el tratamiento de las enfermedades.
Lamentablemente, cada vez son más los niños enfermos que no pueden ser atendidos en el país. Ha sido el caso de Amanda Lemus, de dos años, que pudo ser sometida a un trasplante de hígado en España gracias a la lucha de sus padres y el apoyo de la sociedad civil cubana.
