La inseguridad ciudadana en Cuba está marcando la vida cotidiana de los habaneros que pagan un alto precio por el brote de delincuencia y los efectos de la corrupción.
Una de las víctimas más reciente de la delincuencia en La Habana ha sido la veterana periodista oficialista Luz Marina Fornieles, según ella misma relata en sus redes sociales.
Ella es hija del famoso ex pitcher cubano de Grandes Ligas, Mike Fornieles, fallecido a los 66 años el 11 de febrero de 1998 en San Petersburgo, Florida, EE.UU.
Mike, una gloria del béisbol cubano, en el ostracismo en todas estas décadas junto a otros profesionales del béisbol, nació en el reparto habanero de El Sevillano (en el municipio 10 de Octubre) mismo sitio desde donde su hija ha denunciado en Facebook este sábado el robo que ha sufrido y que ha provocado la indignación y solidaridad de numerosos colegas, amigos y vecinos.
«Ni la incipiente aparición de dos futuros lirios en mí promocionada planta de la maceta del patio han logrado hoy que mi ánimo se levante» escribió la periodista de la Agencia Cubana de Noticias en su post.
«La causa es bien sencilla: la víspera fui víctima de malhechores, quienes rompieron el llavín de la puerta de hierro del portal y sustrajeron mi juego de muebles, un sofá de tres plazas y dos sillones a juego, que cada noche sujetaba con una cadena y un candado.
«No estará de más decir que el recinto siempre al oscurecer permanecía encendido hasta que el viernes en la mañana, tan temprano como las 6:00 a.m., descubrí en el recinto un vacío que me congeló. Abrí la puerta exterior de la casa y entonces vi lo que los ladrones de turno hicieron. El espacio ha quedado desierto, aunque ya se restauró la puerta de acceso.
«Mis propiedades cambiaron de seguro de dueño a los precios del mercado. Eran recuerdos muy preciados y en buenas condiciones para Olivia, quien disfrutaba de sentarse allí y ver el ambiente de la calle Anita. La gente pasa y mira y nada me dice… Saben que me dañaron.
«Pero es que con cada amanecer la comidilla en el barrio del Sevillano, 10 de Octubre, son los robos de horas antes: motos, tanques y motores de agua, cristales y baterías de autos, las balitas de gas, y limpieza total de patios y portales como me sucedió a mí. Vaya experiencia. No se la deseo a nadie», relató
Olivia , su mamá, falleció hace cuatro años, y decidió permanecer en Cuba junto a su entonces pequeña hija cuando su esposo Mike Fornieles determinó partir hacia Estados Unidos luego que en 1961 Fidel Castro eliminó la liga profesional de béisbol, una decisión puesta en entredicho por las propias leyes que ejecutan los dirigentes del deporte actualmente con la mercantilización de este deporte.
«Cuánto siento lo sucedido querida colega. Es muy lamentable pero tristemente es algo que se ha vuelto «normal»….»Sólo en Dia y Noche apresan a los ladrones»…»Es demasiado, en mi barrio en menos de un mes se han metido en dos viviendas con sus moradores dentro. Se han llevado casi todo. Yo, que nunca he sentido miedo dentro de mi casa, estoy durmiendo con temor. Esto tiene que parar», son sólo algunos de los numerosos comentarios con el mismo corte agregados a la denuncia de Luz Marina, la hija del considerado el niño prodigio del béisbol cubano en los años 50.
Mike jugó por ocho temporadas con el club Marianao, con el que ganó varios títulos nacionales y la Serie del Caribe de 1958. En las Grandes Ligas estadounidenses alineó con los Senadores de Washington (1952), Medias Blancas de Chicago (1953-1956), Orioles de Baltimore (1956-1957), Medias Rojas de Boston (1957-1963) y Mellizos de Minnesota (1963).
En el circuito cubano tres veces ganó más de diez partidos en una temporada y obtuvo varios lideratos de pitcheo .
El día que debutó en las Grandes Ligas lanzó un juego de un solo imparable en el triunfo de los Senadores contra Atléticos de Filadelfia a quienes blanqueó 5-0 en el segundo juego de una doble cartelera celebrada el 2 de septiembre de 1952.
También fue incluido en el equipo All-Star mientras estaba con los Medias Rojas y fue el lanzador ganador en el juego de despedida de Ted Williams del béisbol profesional.
