Sería el 2do balsero que presuntamente gana el llamado «miedo creíble», luego de que loos Guardacostas fueran fuertemente criticados por sus deportaciones expréss
Otro balsero cubano capturado en aguas cercanas a la Florida, dio sobradas razones a los oficiales de inmigración que lo entrevistaron en un buque de la Guardia Costera, y según comunicado emitido por esta, se decidió que “merecía más exámenes de detección”, por lo que evitó su repatriación a Cuba, y no formó parte de un operativo que devolvió a la isla a 29 cubanos.
La Guardia Costera de EE.UU. (USCG, por sus siglas en inglés) repatrió el pasado miércoles a 29 balseros cubanos interceptados en cuatro operativos entre el 7 y el 9 de agosto en las inmediaciones de los Cayos de Florida; pero, de manera «sorpresiva», aunque es la 2da vez que sucede en menos de diez días, determinó que uno de los 6 migrantes interceptados en una embarcación merecía ser entrevistado nuevamente, tras aprobar una primera ocasión de «miedo creíble». El balsero presuntamente será llevado a la Base Naval de Guantánamo, donde volverá a ser entrevistado.
#DontTakeToTheSea @USCG Cutter Charles David Jr.'s crew repatriated 19 Cuban migrants to #Cuba, Wednesday, following four interdictions off the Florida Keys.
For more information on the four interdictions click here https://t.co/ZvTUSEwynH pic.twitter.com/9NkO6niCKx— USCGSoutheast (@USCGSoutheast) August 19, 2021
Un comunicado difundido por la Guardia Costera este jueves explica que fue en la tercera de las interdicciones, una embarcación que fue interceptada sobre las 5 am (hora local) del 9 de agosto a unas 78 millas al sureste de Cayo Hueso, en la que viajaba el balsero, junto a otros 5 cubanos.
El balsero presuntamente habría aprobado la entrevista conocida como «miedo creíble», y por ello los guardacostas determinaron que sería “transferido a las autoridades correspondientes.”
Las autoridades indicaron que, en el caso de los balseros repatriados, fue la tripulación del Charles David Jr. de la Guardia Costera estadounidense la encargada de trasladar a los balseros hasta Cuba.
Precisaron que la primera de las interdiciones ocurrió el pasado 7 de agosto, luego de que un “buen samaritano” notificara a los guardacostas de la tripulación de Cayo Hueso de una embarcación “sospechosa” con dos personas a bordo a 15 millas del este de Cayo Largo en horas de la mañana.
Luego, una tripulación de la Guardia Costera de la Estación Aérea Miami HC-144 Ocean Sentry notificó al mismo puesto sobre una embarcación en la que viajaban presuntamente siete cubanos, y que estaría a unas 48 millas al sur de Marathon.
En otro procedimiento, el 9 de agosto, otra vez un “buen samaritano” notificó a los vigilantes del Distrito Siete de la Guardia Costera de la embarcación sospechosa. Esta se encontraba bien al sur, aproximadamente a 78 millas al sureste de Cayo Hueso con seis balseros cubanos a bordo aproximadamente a las 5 de la mañana. En dicha embarcación viajaba el balsero que evitó la deportación.
En la última operación fueron interceptados cuatro antillanos.
Es importante mencionar que, un total 663 balseros cubanos han sido interceptados por las autoridades de Estados Unidos desde octubre de 2020. Esta es la cifra más alta reportada en los últimos cuatro años.
Guardia Costera parece relajar severidad en captura de balseros
El pasado día 10 de agosto, la Guardia Costera dijo que un balsero que fuese interceptado el lunes 2 de agosto en una embarcación, no sería repatriado a la isla. Luego se supo que sería enviado a la Base Naval de Guantánamo para completar su proceso de solicitud de asilo. Y más adelante se conoció, gracias al canal de noticias del sur de la Florida, AméricaTevé, que se trataba de Ernesto Urgellés, un expolicía de 38 años natural de Moa, en la provincia de Holguín.
Fue su hermano quien se puso en contacto con el medio para revelar su nombre.
Es necesario destacar que tanto lo sucedido con Ernesto Urgellés, así como lo sucedido con este 2do balsero que no ha sido aún identificado, muy probablemente responda a cuestionamientos recibidos por la Guardia Costera, acerca del modo en que estaría «tratando» a los balseros interceptados en las aguas.
El pasado mes de julio, la Guardia Costera «pareció» abandonar su actitud de deportar a todos a la isla, y dijo que si algún balsero interceptado demostraba razones que hicieran temer por su integridad física tras su regreso a la isla, ellos determinarían que no sería deportado. Al menos en una primera opción.
Este hecho, que no había sido explicado nunca de manera explícita por la GC, antecedió a la detención de la deportación expedita de Urgellés días después.
Según queda explícito en la ley de asilo de los EE.UU. el proceso de entrevista de miedo creíble es un concepto creado para prevenir la expulsión de inmigrantes que llegan a la frontera y que pueden demostrar un temor creíble de persecución o tortura en caso de regresar a su país.
Sin embargo, en años anteriores y existen sobrados testimonios que avalan esta afirmación este miedo creíble se reducía a una pregunta: «¿tienes miedo regresar a tu país y por qué?», una pregunta que cualquier cubano, aprobaba sin tantos miramientos de parte del oficial migratorio que tenía delante, interesado en salir de este y darle paso al siguiente.
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Desesperada familia del balsero devorado por un tiburón en las costas de México
Natural de San Nicolás de Bari, Alexis Pérez Fernández, el balsero cubano cuyos restos mortales fueron encontrados esta semana en las costas de México devorado por tiburones, espera porque las autoridades de México posibiliten la repatriación de sus restos a la isla.
Un familiar del balsero indicó a AméricaTevé que allí, en ese pueblito ubicado al norte de Cuba, «todo el mundo» lo está llorando.
Mientras, los familiares de Alexis Pérez dicen estar desesperados y hasta desconfían de la versión dada por los compañeros de travesía del joven, quienes fueron rescatados y están bajo supervisión de inmigración, en Mérida, Yucatán.
“Estamos mal, nosotros estamos muy nerviosos, estamos mal. Tenemos mucho miedo respecto a lo que pueda ocurrir por aquí, pero también tenemos miedo de que quede impune el caso”, dijo una familiar -no identificada- en declaraciones a America Noticias.
El propio AméricaTevé afirma que al menos varios familiares del balsero desconfían de la versión dada por los cuatro sobrevivientes que viajaban junto a Alexis en la embarcación. Estos alegan que una ola rompió la balsa en la que navegaban, provocando que Pérez Fernández cayera al agua. El grupo no pudo reagruparse, y el joven presuntamente fue atacado por varios tiburones. El por qué los mismos tiburones no atacaron a los otros balseros; y cómo estos pudieron salvarse, no está claro para varios familiares del balsero fallecido.
Una entrevistada dice haber visto «morados» en los brazos y manos del joven, pero esta es una evidencia circunstacial. Fuera de eso, nada más. E incluso lo reconoce:
“No tenemos la evidencia”, afirmó.
Según sus familiares Alexis Pérez Fernández había intentado salir del país en otras ocho ocasiones, por vía marítima. Estaba casado y tenía una niña de 10 años, y dos hijastros pequeños.
La familiar entrevistada por América Tevé dijo que ellos, los niños, lloran y sufren.
La familia del balsero alega haber intentado contactar con las autoridades de México para proceder a la repatriación de los restos. Sin embargo, no han podido comunicarse con ellos.
Fue su esposa, la cubana Meibis Armenteros Pozo, quien aseguró que el cadáver de un hombre, cuyas fotos comenzaron a circular la semana pasada en redes sociales y medios mexicanos, pertenecía a su esposo, Alexis Pérez Fernández.
Los medios además habían divulgado un video, en el que se apreciaba a un tiburón como atrapaba con sus fauces al joven. Los que filmaron el video, de la Marítima de México, dijeron que sucedió delante de sus ojos, sin que ellos pudieran hacer nada. Habían intentado que el joven se acercara a ellos, pero a apenas unos metros, los tiburones lo agarraron por las piernas y su cuerpo desapareció, para luego emerger y ser recuperado, faltándole las piernas, y devorada la parte del estómago.
Según lo que trascendió por esos medios y por las redes sociales de México, el joven fue devorado por tiburones cerca de Isla Pérez, en el Arrecife Alacranes, y fue reconocido gracias a su pareja, Armenteros Pozo, quien pudo identificarlos por los tatuajes en los antebrazos.
