Según informes recientes, el gobierno de Estados Unidos, a través de su agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), ha realizado varios vuelos de deportación hacia Cuba; mientras que la Guardia Costera de los Estados Unidos ha continuado con la interceptación de embarcaciones en el mar que transportan migrantes desde Cuba y otros países caribeños.
Este contexto plantea un escenario desalentador para los aspirantes a emigrar, resaltando la importancia de la preparación legal y la paciencia en sus trámites migratorios.
La decisión responde a la creciente carga de trabajo y las críticas por demoras en los trámites que han caído sobre USCIS, que financia el 96% de su operación con las tarifas migratorias.
El objetivo es que el I-220A sea reconocido como un parole que ofrezca una vía legal para su residencia en el país. La manifestación pacífica busca llamar la atención de las autoridades y del público en general sobre la difícil situación que enfrentan estos migrantes y su deseo de integrarse plenamente en la sociedad estadounidense.