Luego de varias semanas desaparecido, finalmente apareció Blackie, un perro que para muchos animalistas y activistas vinculados a la protección de los animales, al menos en La Habana, representaba una especie de «niño mimado» dado los orígenes de su historia.
Ayer, a las 4:37pm, en un mensaje privado enviado a este redactor, la animalista Yanelis Cabrera Acosta confesaba que llevaba «tres días como una loca caminando, o en moto, por todos los lugares que me llaman, donde dice que lo vieron». Horas más tarde enviaba otro mensaje. mensaje:
«¡Acabo de encontrarlo!»
El hecho de «haber invocado» la buena suerte y la aparición de esta mascota, garantizaba así que Cabrera Acosta accediera a contarnos parte de la historia de Blackie, quien sin dudas se convirtió durante casi tres semanas en el perro más buscado de toda La Habana.
Según narra Cabrera Acosta, Blackie fue encontrado en el reparto de Mónaco, luego de haber caminado por toda La Habana, tal vez buscando su casa. Tal vez buscando ser rescatado.
Estuvo, según cuenta ella, por Marianao, Casablanca, Vedado y Nuevo Vedado. Por todos esos lugares de La Habana anduvo Blackie. Así, desde el día 9 de agosto, en que desapareció.
Cada vez que Yanelys Cabrera Acosta recibía la llamada de un avistamiento, allá iba ella en su moto, mientras que otras animalistas, amigas, hacían lo mismo. Sin lugar a dudas, fueron varios los que estuvieron buscando a esta mascota, que desde sus orígenes, nunca fue un perro fácil de encontrar.
El 26 de agosto escribía Yanelis en su perfil de Facebook:
«Anoche 3 AM recibí un sms que lo habían visto por el cine Acapulco a las 7am me llaman para decirme que parecía ser Blackie en dirección a boyero y Tulipan. Las fotos éstas ( y con total certeza sabemos que este sí es Blackie!!) se la envían a la protectora Odalis y cuando nos comunicamos pudimos darnos cuenta que era la misma persona que me había escrito para decirme que estaba por la zona de 26. Fui caminando todo el lugar y más allá , preguntado a todos y dejando número de teléfono y recordando que daba recompensa.
«Me llegué al mismo lugar donde lo rescaté hace 3 años con la esperanza que fuera allí en mi búsqueda o reconociendo el lugar pero nada.
«Seguimos desesperados todos buscando pero Blackie está en mi zona ahora. Mañana vuelvo a salir.
Cualquiera que lo vea mi tel 52925370″
Un día antes expresaba:
«Blackie no vamos a dejar de buscarte. Resiste mi amor».
Ese día, había sido visto en 21 y H.
El día antes había sido visto en la calle 5ta entre H y G, en el Vedado también.
«Asere, ese perro me tenía que no dormía. Yo pasé mucho para levantarlo; fueron muchas horas de angustia,» dijo Cabrera acosta al recordar cómo comenzó todo, allá por el año 2019.
Blackie fue un perro maltratado, que fue metido dentro de un saco, y abandonado a morir, pero que al menos en esa primera ocasión, en que logró zafarse, demostró que todavía sus días en la Tierra no estaban contados.
Fue Cabrera Acosta quien lo encontró, en esa primera ocasión, en el año 2019, metido detrás de una cerca, sin mostrar el más mínimo apego y amistad hacia los humanos. Blackie se negaba a comer y su salud fue deteriorándose a tal extremo que Yanelis, quien había estado intentando ganarse su confianza infructuosamente, decidió rescartarlo.
Así lo cuenta ella:
«Yo me lo encontré. Lo habían dejado metido en un saco amarrado unos tipos en una moto y se escondió en una escuela dónde no había acceso. Me metí una semana yendo y tirándole la comida y poniéndole agua. Hasta que un día lo ví mal y me tiré por unas matas de plátano; entré y lo rescaté. Me lo llevé cargado hasta mi veterinaria, en Marianao, y ella le dió los primeros auxilios. «
Luego, en la historia, entró Odalis León, del refugio Sole de Esperanza, una protectora animalista que aseguran, tiene hecho un pacto con San Lázaro. Animal grave que necesita ser curado, le es entregado a esta mujer que tiene manos verdaderamente sanadoras.
«Después se lo lleve a Odalis, pero Blackie era un cadáver viviente. Odalis no contaba con él. Y fueron muchas madrugadas. ¡Imagínate, lo fue levantando poco a poco!».
Blackie finalmente sanó, y fue entregado a una familia en adopción.
Cuatro años y un trueno después, Blackie desaparecería en La Habana. Daba comienzo así a varias semanas de angustia, por parte de todos los que siguieron la historia de la recuperación milagrosa de este perro, en la que – no me acordaba – también quien escribe formó parte, con la donación de unos medicamentos para uso veterinario, desde España.
Fue, aparentemente una tormenta, y un trueno cercano lo que provocó la desaparición de Blackie. Asustado por el ruido, Blackie huyó despavorido y nunca más pudo encontrar el camino a casa.
Ayer, entró al pasillo de la casa de una señora identificada como Teresita Carbó. Carbó había visto las denuncias de la desaparición de Blackie. Lejos de llamar por teléfono, hizo algo mejor: dejó que el animal entrara a su casa. Una vez cerrada la puerta, entonces fue que llamó por teléfono.
Por Blackie ofrecían una recompensa de 100 dólares. Sin embargo, no fueron esos dólares lo que motivó a esta señora a realizar la llamada para devolver a un animal que estaba siendo buscado por varios municipios de La Habana.
De hecho, Carbó se negó a cobrar la recompensa.
La primera en ir a verlo fue Odalis. Cuando lo llamó y le dijo «mi niño», la cola de Blackie no dejaba de moverse.
Instantes después, ya entrada la noche, Yanelis Acosta iba a recogerlo.
Blackie se encuentra ya con su familia adoptiva. En la casa en la cual vive desde hace ya dos años, donde es tratado como un miembro más.
Sus dueños, tampoco cesaron de buscarlo.
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