Dicen que no pretenden establecer verdades absolutas, pero Alma Mater «juega» a desmentir la manifiesta represión en Cuba
Este martes la revista universitaria Alma Mater publica el artículo que titulan Deudas y que casi dos meses después persigue sacar otras «verdades» acerca de lo sucedido durante las protestas del 11J en Cuba.
Al compartirlo en el perfil de Facebook aclaran -como pidiendo disculpas por adelantado:
«Nuestra revista no pretende establecer verdades absolutas, sino contribuir a desentrañar los sucesos vividos por estos jóvenes aquel domingo. Nos guía, primero, el afán de que se haga justicia allí donde se cometió una violación, pero también el de apelar a la responsabilidad individual en la preservación de las normas cívicas, los deberes y derechos más elementales, del respeto a la verdad».
Firmado por Rodolfo Romero Reyes, Max Barbosa Miranda y Armando Franco Senén para el reportaje son entrevistados Leonardo Romero Negrín y Alexander Hall Lujardo. El primero estudiante de tercer año en la Facultad de Física en la Universidad de La Habana y el segundo, de cuarto en la carrera de Historia.
En una extensa parte del artículo de Alma Mater se homologa la violencia de policías y manifestantes. Es justo cuando se recoge otro testimonio, el de Jorge Alfonso Pita, quien precisan estaba designado por la revista para la cobertura de las protestas del 11 de julio.
Pita narra: «Llegué a la Habana Vieja sobre las cuatro. Caminé por el Parque de la Fraternidad y me aproximé a la Fuente de la India, muy cerca de la esquina del Hotel Saratoga. Había mucha gente corriendo de un lado a otro, unos gritando consignas, otros alzando carteles, algunos provocando y convocando a la violencia, curiosos, gente atónita que simplemente no se creía lo que pasaba allí, llamando a sus seres queridos; también muchos policías y patrullas, agentes vestidos de civil. De todo.
«Entre las primeras cosas que vi fue a un policía con una herida en la cabeza y la camisa ensangrentada, que pasó muy cerca de mí. Eso me dio una idea de lo grave que era la situación. También vi a muchos civiles siendo detenidos».
En otro momento agrega: «En la zona donde estuve no vi a nadie rompiendo cristales, vandalizando inmuebles o vehículos, como sucedió en otros lugares. Tampoco podría asegurar quién comenzó la violencia, sería irresponsable e inexacto, pero sí hubo mucha y desde ambas posiciones».
El Deudas con el que titularon el artículo es quizás lo mejor del texto. Quedan deudas y muchas, pero de la revista Alma Mater con cada uno de los 949 cubanos que fueron apresados -entre ellos menores- por la policía política tras las protestas del pasado 11 de julio, según las cifras más actualizadas de Cubalex.
Las reacciones a este artículo de la revista universitaria ya abundan en redes. El periodista cubano Carlos Manuel Álvarez posteaba:
«¿Por qué Alma Mater quiso hacer periodismo, una disciplina para la que no está concebido? Es como poner a un xilofonista a tocar rumba. Si lo tuyo es la propaganda, quédate en lo tuyo, porque luego te salen esos textos con semántica represiva, sumamente vergonzosos, pero sumamente vergonzosos y hasta abyectos, peores que cualquier panfleto o nota oficial».
Elaine Díaz, del medio independiente Periodismo de Barrio, también valoraba: «El tratamiento periodístico a la investigación ‘oficial’ también deja mucho que desear. Los periodistas hacen una relatoría de lo que dice la investigación oficial pero jamás llegan ni cerca de ninguna de las fuentes primarias. Nunca vieron las grabaciones del Saratoga para verificar que la Fiscalía estaba diciendo la verdad».
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