Willy Chirino acaba de celebrar los 50 años de carrera en un concierto en la ciudad de Miami a lleno completo.
La fecha es sin duda de gran importancia no solo para la música cubana sino para los cubanos en general. Porque más allá de la forma de pensar de cada cual nadie en su sano juicio podrá negar que el cantante es uno de los grandes símbolos del panorama sonoro del país. Y ahí están esos 50 años de carrera para demostrarlo.
Willy es un hombre que nació con la música en la sangre. Eso lo demuestran su repertorio de lujo y sus incursiones con éxito en géneros muy diversos como la música popular, la canción, y hasta el rock. Nada ha sido ajeno a este músico que a sus 76 años sigue trabajando con la energía de un muchacho de 15 y ayudando a otros compositores cubanos que residen en La Florida o a otros recién llegados.
Su obra es bien amplia y recoge su talento en más de 50 discos que de alguna forma también recogen la historia de la comunidad cubana en Estados Unidos.
No todos los artistas pueden componer un himno. Chirino lo hizo con Nuestro día. La canción fue ante todo un canto de optimismo, de reconocimiento a los cubanos desplazados por una ideología y un llamado a seguir alimentando los sueños para regresar un día a su patria. Ese es Chirino, el hombre, el músico que plasmó en sus canciones lo que se siente en la lejanía y animó a los suyos a seguir construyendo sus vidas en una nueva tierra sin perder la esperanza del regreso.
El artista, nacido en Pinar del Río, tiene verdaderos hits de la música latina. Es el caso por ejemplo de Medias negras, una hermosísima canción que grabó en su disco Oxígeno, de 1991. El álbum es una pieza fundamental de su trabajo y tiene entre sus particularidades que la canción que le da título la compuso el cubano Benito de La Fuente.
Muchos cubanos que estuvieron en La Base Naval de Guantánamo durante el éxodo de los 90 recuerdan cuando fue a cantarles y decirles que los sueños estaban para cumplirse. Allí, en su tierra, dio un gran concierto que quedó entre las páginas más emotivas de la migración cubana. De esa presentación queda un video que recoge los rostros emocionados de cientos de personas que esperaban para alcanzar la libertad. Willy también se vio “tocado” por aquella memorable actuación.
“Mientras estuve allí, que fue todo el día, desde por la mañana temprano hasta el anochecer, mantuve mi calma, saludando a todos. Pero cuando me monté en el avión [de regreso a Miami], el ataque de llanto fue violento”, dijo Chirino en declaraciones recogidas tras el histórico acontecimiento.
“Fue la primera vez que me enfrenté a un público netamente cubano, que no había experimentado vivir en otras circunstancias que no haya sido la dictadura”, añadió.
“Encontrarme allí con esta gente, que había experimentado lanzarse al mar, sin tener la certeza de llegar a tierras de libertad, fue muy hermoso”, enfatizó el músico.
La celebración por sus 50 años de carrera no solo han servido para festejar un enorme legado sino que se confirman, sin dudarlo, en una celebración total de la música cubana y de las esperanzas de libertad que siguen vivas en el exilio y la distancia.