Tal vez las madres cubanas deberían dejar de actuar de manera individual y organizarse, todas, y exigir la libertad de los ya más de 800 presos políticos reconocidos como tal, tras su participación, arrestos y condenas, con relación a los hechos acontencidos en Cuba el 11 de julio.
También aquellas, sobre todo aquellas, cuyos hijos fueron liberados gracias a la presión y el activismo ejercido a favor de ellos.
Las protestas antigubernamentales en Cuba ocurridas el 11 y el 12 de julio de 2021, se encuentran entre los principales acontecimientos del año, según el listado de la organización de noticias Agence France-Presse (AFP), y a seis meses de la fecha, decenas de madres cubanas aún sin organizarse y salir a la calle a reclamar la vida de sus hijos, intentan el aldabonazo; claman justicia de manera individual. Algunas con más coraje y visibilidad que otras.
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No hay dudas que el señalamiento hecho por AFP es más que justo, merecido. La agencia incluye otros – el regreso de los talibanes al poder en Afganistán; el regreso de «la izquierda» al poder en tres países latinoamericanos (Pedro Castillo (Perú), Gabriel Boric (Chile) y Xiomara Castro de Zelaya (Honduras); el asalto al Capitolio de los Estados Unidos y, el 11 de julio en Cuba.
Incluye además AFP la carrera «espacial», protagonizada por dos de los hombres más ricos del mundo: Elon Musk (SpaceX) y Jeff Bezos (Blue Origin); sin olvidar a Richard Branson (Virgin Galactic)
Sin embargo, no hay dudas que las protestas del 11 de julio en Cuba, tal vez por ese juego de «inesperadas – esperadas» puede que supere en importancia a todas las demás. Incluso al asalto al capitolio.
¿Quién podría imaginar que de aquella movilización cibernética hecha en un grupo de Facebook donde la mayoría de sus integrantes eran residentes, o fueron residentes en San Antonio de los Baños, se prendería una chispa que haría estallar una dinamita nacional?
Todavía se habla del hecho; todavía se habla del 11 de julio en Cuba. La AFP lo sitúa entre los acontecimientos del año 2021 y el verdadero reventón pudiera llegar muy pronto. Tal vez en el 2022; y con las madres cubanas como protagonistas.
Las peticiones fiscales de hasta 30 años de prisión, bajo el supuesto cargh-delito de «sedición» para varias de las personas que participaron en las manifestaciones del 11 y 12 de julio, ha sido la gota que colmó la copa en no pocas familias.
Si antes era difícil encontrar un testimonio en las redes de personas en contra del gobierno, la crisis económica, el stress acumulado por la pandemia, la torpeza gubernamental en la gestión de los problemas de la población cubana, la vetusta matriz energética que provoca los continuados apagones en la isla, la represión desatada, las continuas violaciones a los derechos humanos vistas en videos que se han divulgado en las redes sociales – a través de teléfonos celulares con acceso a Internet – hoy en día no sucede así. De hecho, en tan solo una semana, tres videos han salido a la luz.
En dos de ellos, personas que desconocíamos su historia. Una madre. Un padre.
De hecho, son más que dos o tres, a lo largo de estos meses.
Sin embargo, el nombre de una de esas madres cubanas que con decoro y valor han asumido las defensas de sus hijos, aún a riesgo de su propia vida, es el nombre que más se menciona entre las madres cubanas que tienen a sus hijos presos en las cárceles cubanas después del 11 de Julio.
Nos referimos a Bárbara Farrat. Aunque muy bien pudiéramos mencionar a Zoila Rodríguez Marzo, madre de los hermanos Katia y Exen Beirut, ambos presos políticos en Cuba.
Bárbara Farrat
La activista cubana Salomé García Bacallao, miembro del grupo Justicia 11J, detalló recientemente en sus publicaciones en la red social de Facebook, que «entre el 13 y el 23 de diciembre, el régimen cubano juzgó por el delito político de “sedición” a 32 participantes en las protestas del 11J en La Habana.»
No es este el único cargo que se les ha presentado en el expediente a los jóvenes. Entre otros cargos aparecen: desacato, atentando, resistencia, instigación a delinquir, propagación de epidemias y desórdenes públicos.
Entre los imputados ya sentenciados hay 15 personas residentes en el barrio habanero de La Güinera, lugar donde se produjo la única muerte reconocida por el régimen a manos de la policía. La del manifestante Diuvis Laurencio, quien murió producto de una bala que le entró por la espalda y le afectó el pulmón.
Bárbara Farrat, madre del joven Jonathan Torres Farrat, conoce todo esto. Es una de las valientes madres cubanas que está dando pelea por la vida y liberación de su hijo.
Desde que decidió no creerle más al gobierno y a las autoridades que le pidieron «calma» a fin de no complicar más la situación con su hijo; desde que se sintió traicionada, vejada y humillada, y apoyada por cientos de activistas cubanos, Bárbara se ha convertido en la catalizadora de un sentimiento nacional entre las madres.
El gobierno cubano, decidido a impedir a toda costa que surja una nueva Laura Pollán, y eventualmente la reorganización del movimiento de las Damas de Blanco, hasta le ha situado, desde ayer lunes, un oficial de la Seguridad del Estado para impedirle que salga de su casa.
Peor aún. Luego de que un grupo de vecinos suyos firmaran una carta para ser enviada a Miguel Díaz-Canel, estos han comenzado a ser investigados por la Seguridad del Estado.
Bárbara Farrat afirma que muchas personas en su barrio quisieron dar su firma porque conocen a Jonathan Torres Farrat y “saben que es un buen muchacho”.
La carta pretendía obrar la gracia del mandatario cubano en favor de su hijo Jonathan Torres Farrat.
Bárbara Farrat Guillén dijo a través de una directa en Facebook que acudió a ese recurso porque no encontró otras vías legales para pedir por la libertad de su hijo menor de edad detenido.
“Todo el mundo sabe que le hice esa carta a quien nadie escogió como presidente, porque fue el que nos tocó por la libreta para ver si me dan una respuesta. A muchos en mi barrio les pedí que firmaran esa carta y muchos quisieron filmarla porque conocen a mi hijo desde que nació y saben que es un buen muchacho”, comentó en su red social.
“Hoy también denuncié que amanecí con vigilancia, pero ahora les voy a explicar por qué amanecí con vigilancia. Porque han estado investigando a todos los que firmaron en mi barrio”, sostuvo en su intervención.
Farrat Guillén dijo también que sus vecinos se asustaron, tras verse interrogados por la SE.
“Aun así me dijeron que no se arrepentían de dar su firma, porque vieron nacer y crecer a mi hijo, y les dio la gana de hacerlo.”
“Por dar esas respuestas a muchos los amenazaron, pero yo hago esto por mi hijo y no me van a callar mientras esté preso. Todo el mundo sabe que desde el 30 de diciembre al 1ro de enero yo estoy plantada en ayuno. Aquí no se celebra Navidad”, dijo además.
“A mí nadie me paga. Esto yo lo hago por Jonathan Torres Farrat. Todo el mundo leyó la carta y la quiso firmar porque quiso, no tengo necesidad de comprar a nadie”, aseveró Farrat Guillén.
“Si quieren meterse en esta guerra personal conmigo es porque les da la gana, porque lo único que yo pido es que liberen a mi hijo. No amenacen más a mis vecinos, ellos firmaron porque quisieron”, concluyó en su directa.
Zoila Rodríguez Marzo
Ziola Rodríguez Marzo es la madre de los hermanos Katia y Exen Beirut. Es otra de esas madres cubanas que sufre no una, sino tres ausencias en su hogar. En su vida.
Esta madre cubana también se siente traicionada por la injusticia del gobierno y estado cubanos. A través de las redes sociales, envió un desgarrador mensaje de condena ante las injusticias cometidas por el Ministerio de Justicia de Cuba y pidió la liberación de los presos políticos en Cuba, entre los que se encuentran sus hijos Katia y Exen.
Zoila Rodríguez Marzo vive en el barrio de La Güinera.
Sus hijos y esposo, Fredi Beirut Matos, fueron detenidos por participar en las protestas masivas de julio último. A la joven y a su padre, los sentenciaron a 20 años de privación de libertad. Exen espera por su juicio.
Este tendrá lugar el próximo 29 de diciembre (mañana). Sobre él pesa una petición fiscal de siete años de encarcelamiento.
Zoila afirma que sus hijos salieron a las calles de La Güinera, sí, a protestar, pero insiste en que lo hicieron pacíficamente.
“No tienen pruebas de que hayan tirado una piedra o de que hayan hecho nada malo”, dijo Zoila a través del portal Cubanet, en su canal de YouTube.
“Estamos pasando por situaciones difíciles. Y no tiene nada de malo que un pueblo salga y diga Patria y Vida, ¡Queremos cambios! Necesitamos comer, y la mayoría de las cosas son por MLC, de ¿dónde vamos a sacar MLC?,” se preguntó esta madre cubana.
“Hay personas que tienen la posibilidad, pero hay otras que no. Cuántas personas tienen un niño que llora por una galletica que no pueden comer, cuántas madres lloran por eso; quizás eso era lo que querían decir en la calle cuando salieron”, expresó Zoila.
“No hay motivo para que esas personas paguen esa cantidad de años. Es injusto lo que se vio en ese juicio, fue un teatro, les dieron un papel para leer a los testigos y estaban temblando, se veía que no querían leer ese papel”, aseveró.
Zoila califica como otra injusticia las condenas que les han impuesto a muchos de los manifestante. Fredi Beirut Matos, su esposo, tiene 64 años de edad y le impusieron una condena de 20 años a cumplir en la cárcel.
“Cuando mi hija salga de esa prisión cuántos años tengo yo. Cuántos años va a tener ese niño de nueve años que está sufriendo porque su mamá tiene que pagar 20 años de cárcel, y como él muchos”, se preguntó.
“Después de esto, cómo van a obligar a esos niños en la escuela a decir Patria o Muerte, a un niño de nueve años que ve cómo a su mamá la meten presa. ¿Cómo se les explica esto a los niños menores de mi hijo? ¿Cómo se les explica que su papá está preso, que su tía y su abuelo de 64 años están presos?”, expresó además.
“Ayúdennos», pidió la cubana en su proclama.
«Yo no sé lo que le pasa al presidente de nosotros [Miguel Díaz-Canel]”, dijo también.
“Yo quiero la libertad de mis hijos y para el padre de ellos. Por favor, hay muchas madres cubanas llorando. Muchas familias sufriendo. En ese juicio se podía ver las lágrimas en los ojos de los policías, en los de las juezas que estaban leyendo todo eso ahí. Todo el mundo ahí notaba que eso era una injusticia. Aquello fue un dolor muy grande cuando salimos de allí, sin poder abrazar a nuestros familiares en ese momento. Por favor, le pido al gobierno que piense bien lo que está haciendo. Pido libertad para todos esos presos”, concluyó Zoila Rodríguez en su alegato.
Según afirma la periodista independiente Claudia Padrón Cueto, que ha investigado a fondo, y con fuentes, y entrevistas, que le han permitido reconstruir de alguna manera los sucesos acontecidos el 11 de julio en La Güinera, lugar donde fue ultimado a manos de la policía el manifestante Diuvis Laurencio, Fredi Beirut Matos, de 64 años, y su hija, Katia Beirut Rodríguez, de 36, fueron testigos del asesinato.
Por tal motivo, muy seguramente para silenciarlos, fueron sentenciados de manera desproporcionada el pasado 23 de diciembre. A ambos se les impuso una condena de 20 años de privación de libertad, bajo el presunto delito de sedición.
«El mayor delito es que fueron testigos de cómo la policía mató a Laurencio. Hombre negro, de un barrio marginalizado que estaba desarmado a quien dispararon. Dice la fiscalía militar que fue en defensa propia. Los videos de su muerte muestran que lo único que tenía en la mano era un celular. Fredi y Katia fueron testigos directos y están pagándolo», denunció la periodista tras conocerse la sentencia.
pd: Diubis Laurencio Tejeda, de 36 años y residente en el municipio habanero de Arroyo Naranjo, murió el 12 de julio debido a un disparo que recibió por la espalda. Es el único muerto reconocido oficialmente por las autoridades cubanas como resultado de la represión desatada tras las protestas del 11 de julio. Sin embargo, en el juicio que se le efectuó a su asesino, el subteniente Yoennis Pelegrín Hernández, la Fiscalía consideró que este actuó en “en legítima defensa”; que temía por su vida y no presentó cargos en su contra.
