En los últimos meses, Cuba ha estado experimentando un aumento alarmante en los robos, tanto en hogares como en empresas del Estado. Esta situación está causando una preocupación creciente en la isla, llevándonos a la siguiente comparación: es una pandemia, dada su constante expansión y el daño que está causando a la sociedad.
Los robos, que anteriormente se concentraban en ciertas áreas de alto riesgo y en contados individuos, muchos de ellos «controlados» y con antecedentes – y con sus huellas dactilares en las bases de datos -, han comenzado a expandirse a través de todo el país. Esta proliferación nos recuerda a la rápida propagación de una enfermedad viral, un fenómeno que la humanidad ha experimentado de primera mano con la reciente crisis de la COVID-19.
Los ciudadanos se encuentran cada vez más temerosos, y no solo por la pérdida de sus bienes materiales, por más que la policía insista en que son «bajos» los robos y asaltos. Estos actos delictivos están deteriorando la confianza en la seguridad y la estabilidad, lo que puede traer consecuencias aún más graves a largo plazo.
Las autoridades cubanas aseguran que están trabajando arduamente para enfrentar esta situación, implementando medidas de seguridad más estrictas, aumentando la vigilancia y tratando de proporcionar un sistema judicial más eficaz.
Sin embargo, la tarea es complicada, esta crisis de robos no solo requiere de una solución integral y un compromiso colectivo para prevenirla y erradicarla, sino también que la crisis económica que vive la isla desde hace más de 60 años finalice de una vez por todas.
Si bien la responsabilidad individual juega un papel importante en la resolución de la crisis, y cada ciudadano debe tomar consciencia de la gravedad de este problema y actúe en consecuencia para proteger su propiedad y bienestar, así como también para ayudar a la comunidad en general, la fórmula para poner fin a esta «pandemia de robos» en Cuba parece complicada.
La unión, la cooperación y el compromiso de todos serán fundamentales para superar este desafío; pero cuando se dice TODOS, debe incluirse también a los responsables de la crisis.
En otro trabajo expondremos algunos de los sucesos recientes que por estas horas son noticias en la isla.
Fin de la primera parte
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