La peligrosa rana cubana ya se encuentra en Georgia

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La rana cubana, junto con el tegu negro y blanco argentino, es una de las especies de reptiles y anfibios más preocupantes actualmente, señala Daniel Sollenberger, biólogo senior de vida silvestre con el Departamento de Recursos Naturales de Georgia.

Son carnívoras y pueden comer insectos y cualquier cosa que quepa en su boca, incluyendo ranas arbóreas más pequeñas. Hay evidencia anecdótica de Florida de que pueden reducir las poblaciones de ranas nativas.

En un reciente desarrollo en la expansión de especies invasoras, la rana cubana (Osteopilus septentrionalis), conocida por su tamaño comparable al de una mano humana y por alimentarse de otras ranas, ha hecho su aparición en el estado de Georgia.

Así lo reporta el Augusta Chronicle, y señala que este fenómeno no solo es alarmante para los ecologistas, sino también para los residentes, especialmente en áreas como Augusta, donde su presencia se ha hecho cada vez más notable.

Daniel Sollenberger, biólogo senior de vida silvestre con el Departamento de Recursos Naturales de Georgia, explica que la rana cubana, junto con el tegu negro y blanco argentino, es una de las especies de reptiles y anfibios más preocupantes actualmente. Las especies invasoras como esta no solo representan un peligro, sino que también pueden causar problemas ecológicos y económicos, incluyendo daños a cultivos.

La presencia de la rana cubana en áreas suburbanas puede provocar problemas ecológicos significativos. Estas ranas se han encontrado esporádicamente en todo el sureste de los Estados Unidos, incluso en Chattanooga, Tennessee. Su llegada a estas zonas se atribuye al transporte en vehículos y plantas de vivero. En Georgia, se han observado reproduciéndose en estanques de retención y zanjas en áreas como Brunswick y Savannah.

Estas ranas no manejan bien las temperaturas de congelación, pero han aprendido a aprovechar estructuras construidas por humanos, como las cajas de transformadores, que son más cálidas debido a la resistencia de la electricidad. Su impacto en el ecosistema es considerable, ya que se alimentan de una amplia variedad de vida silvestre nativa. Son carnívoras y pueden comer insectos y cualquier cosa que quepa en su boca, incluyendo ranas arbóreas más pequeñas. Hay evidencia anecdótica de Florida de que pueden reducir las poblaciones de ranas nativas.

La rana cubana puede crecer hasta 1.5 a 3 pulgadas, según la Universidad de Florida, y su color varía de blanco a gris, verde o marrón. Sollenberger señala que estas ranas comienzan pequeñas pero pueden crecer rápidamente hasta el tamaño de una mano humana.

Para controlar la población de la rana cubana, se recomienda eliminar los lugares de cría, como el agua estancada alrededor de las propiedades. En caso de encontrar ranas individuales, se pueden capturar y eutanasiar. Los residentes pueden contactar al Departamento de Recursos Naturales de Georgia si no están seguros de tener ranas cubanas en su propiedad.

Este caso recalca la importancia de la gestión de especies exóticas y la necesidad de regulaciones más estrictas para prevenir la introducción de especies invasoras que puedan alterar los ecosistemas locales.

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