Tras su decisión de excluir a Marcel Hernández de la selección nacional de fútbol por «no confiable», los directivos cubanos impulsaron al delantero a dejar su país y es hoy una de las estrellas en Costa Rica.
Luego de definir con su gol el título de la Copa del Caribe a favor de Cuba en 2012 y la clasificación a la Copa Oro de Concacaf al año siguiente en Estados Unidos, Hernández rememora que inexplicablemente fue eliminado del equipo que competiría en 2013 en la Unión Americana, justamente 10 años atrás
Pero el estelar goleador de la liga profesional tica revela en entrevista con el sitio «Play Off Magazine» un suceso insultante sufrido por él y su madre en el aeropuerto internacional «José Martí» de La Habana donde debió aguardar varias horas porque era el único jugador al que no se le había entregado el pasaporte para viajar a EE.UU a la Copa Oro 2011.
«Tuve una amarga experiencia » para esa Copa , comenta Marcel. «Le dieron pasaporte a todos menos a mí, no querían llevarme. Estaba en el aeropuerto con mi mamá y ella preguntaba: ‘¿qué pasó?, ¿por qué no lo dejan entrar?, ¿ por qué no le dan el pasaporte ?
Despúes de varias horas llegó Luis Hernández, comisionado nacional en aquel momento y le dijo a mi mamá con estas palabras: ‘Mamá, ¿podemos dejarlo ir a Estados Unidos ? ¿No se va a quedar? Mi mamá le dijo: “mi hijo regresa como el primero».
El jugador, oriundo del barrio Aldecoa, en el municipio Plaza, cercano a la Ciudad Deportiva, retornó a La Habana tras cumplir como titular en los tres partidos eliminatorios disputados por Cuba en Charlotte, Arlington y Chicago ante México, Costa Rica y El Salvador, sin suerte.
En 2013 el federativo nacional decidió excluir a Marcel del equipo pero ello no evitó que bajo el mandato de 22 años de Luis Hernández al frente de la AFC «desertaran» cerca de 50 futbolistas en Norteamérica, incluídas las primeras mujeres escapadas.
«Así, con dudas sobre si llevarlo o no a los viajes, entre la segregación y cuestionamientos continuos, trancurrió la carrera del futbolista habanero en la selección nacional, con desilusiones en más de una ocasión» apuntó el medio sobre los avatares de Marcel Hernández, hoy también empresario en Costa Rica con dos talleres y una barbería y dice aspirar a más.
«En la selección siempre trataron de apagarme, no sé si fue por mi carácter o por sólo decir lo que pensaba: a veces, hacía cosas diferentes y me veían como alguien subversivo. Hubo entrenadores y directivos que me miraban con malos ojos por mi forma de ser, pero dentro de la cancha, no tenían nada para señalarme» manifestó Marcel.
No obstante los antecedentes, respondió afirmativamente a la convocatoria de Cuba para jugar amistosos frente a Belice y Guatemala en marzo de 2022, 10 años después de haberse desmarcado del plantel nacional.
Luego el cubano ídolo del club tico Cartaginés, volvió a apartarse del equipo tras críticas a los funcionarios de este deporte en la Isla por las condiciones a sus jugadores y quedó fuera de la Liga de las Naciones de 2023.
Hernández volvió a demostrar su disposición para la Copa Oro de este año – cuyos malos resultados condujeron a la destitución del técnico Pablo Elier Sánchez- pero los directivos no mostraron interés por convocarlo nuevamente.
Sobre su exclusión de la Copa Oro en 2013 Marcel dice que no le dieron ninguna explicación «no vas y punto, fue un golpe muy bajo».
«Lo que más me decepcionó fue que, para ir a la Copa Oro, se hicieron dos partidos y en esos marqué goles y di asistencias, no había razones para dejarme fuera porque estuve muy bien, pero ellos lo decidieron».
Pero esa decisión de los responsables del deporte, aceleró su proyecto personal. «Desde la Copa del Caribe venía meditando que tenía que salir, que mi relación con la selección tenía que acabarse para poder crecer. No me quise quedar en ningún país, quería hacerlo de buena manera y pedí mi baja de la selección» aclaró.
Luego de vencer los obstáculos que enfrentan tradicionalmente los deportistas cubanos emigrados que no sean beisbolistas, boxeadores o voleibolistas, Marcel triunfó en las ligas de Antigua y Barbuda, República Dominicana y Costa Rica, siempre con la fuerza que le daba su objetivo de ayudar a su familia dejada atrás, como hacía cuando comenzó a viajar con la selección nacional.
«Muchas personas hablan sin saber, pero los jugadores pasábamos mucho trabajo: íbamos a los viajes a jugar y al mismo tiempo, a resolver los problemas de la casa. Recuerdo que nos llevábamos las botellas de ron, las cajas de tabaco, y como en Europa eran más caras, las vendíamos. Otras veces, usabamos los módulos (uniformes) viejos para guardar los nuevos y poder venderlos: era una manera de aliviar la situación económica”, dice.
Marcel reconoce sentirse contento con su decisión de jugar en el extranjero porque ha abierto las puertas a más jugadores cubanos en los países donde él actuó. Es una realidad actualmente el número llamativo de futbolistas de la Isla en Centroamérica.
Marcel explicó sus razones por las cuales no está hoy con la selección, pero aclara que no ha renunciado a ella. Comentó que al reintegrarse al equipo nacional en 2022 en Belice vio que sus compañeros no tenían las condiciones mínimas de alojamiento y alimentación. «Esa etapa era para que ya hubiese pasado» declaró
De acuerdo a la publicación, Marcel Hernández y otros jugadores exigieron respuestas a muchas de sus inquietudes, pero, hasta el día de hoy no la han recibido. (Tampoco se sabe si los futbolistas convocados en la actualidad en la selección mantienen sus reclamos)
Entre las exigencias lideradas por Hernández figuran que se le entregue el viático a los jugadores al llegar a la sede extranjera donde actuarán y no al final de la competencia, que se le entregue el premio que corresponde a los futbolistas , se garantice «un hotel decente» con las mejores condiciones y contar al menos con dos uniformes de juego.
«Pedimos hablar con los directivos y nunca dieron la cara», afirmó. «En la próxima convocatoria a la que fui, pregunté si estaba la fecha para reunirse con los dirigentes y respondieron que no había ninguna. Dije que si los directivos no se reunían con el equipo, conmigo no podían contar, por eso Marcel no está hoy en la selección».
Hernández está dispuesto a volver si las cosas cambian «los jugadores merecen más respeto». Luego de vencer problemas legales en Costa Rica pudo viajar a Cuba hace año y medio y trajo consigo una solidaria donación de implementos, con botines incluidos, para su equipo Habana.
