Más de 400.000 personas quedaron sin suministro de agua en Cuba, a causa de una fuerte sequía que podría extenderse durante algunos meses, informó el noticiero de la televisión cubana este jueves.
Un informe del presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), Antonio Rodríguez, advierte que las principales fuentes de abasto de agua en la isla no mejorarán su situación a corto plazo, debido a que se pronostican precipitaciones por debajo de la media en los meses de marzo, abril y mayo.
La situación actual es crítica. Los embalses cubanos almacenan unos 815 millones de metros cúbicos de agua menos que el promedio para esta etapa del año y están al 52 % de su capacidad de llenado apenas.
De acuerdo con el reporte del medio estatal, las provincias del oriente de la isla —Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín, Las Tunas y Camagüey—, presentan los peores acumulados, además de La Habana.
El impacto de la sequía es particularmente fuerte en Holguín, donde se reporta una disminución notable de las reservas superficiales y subterráneas de agua en el municipio cabecera, así como también en los de Gibara y Rafael Freyre.
Según la fuente más de 67.000 residentes de esa nororiental provincia sufren la escasez de agua potable desde finales de febrero.
A la sequía se suman los constantes roturas en equipos del sistema hidráulico y los salideros en tuberías en las principales ciudades del país.
Más de 105.000 personas están afectadas por interrupciones del servicio de abasto de agua potable en Sancti Spíritus, producto de la sequía y desperfectos en sistemas de bombeo del líquido.
La cifra equivale a casi la totalidad de los habitantes de la capital espirituana y representa uno de cada cuatro habitantes de esa provincia.
Según la subdelegada de Recursos Hidráulicos en la central provincia, Yusliadys Lorenzo, actualmente más de 50 fuentes de abasto de agua están por debajo de sus niveles, debido a las escasas precipitaciones.
El gobierno cubano ordenó ejecutar reparaciones urgentes en las conductoras, aumento de las estaciones de bombeo y perforaciones de pozos en los lugares que presentan mayor escasez de agua, con el objetivo de mitigar la crisis.