Más de 105.000 residentes de la central provincia cubana de Sancti Spíritus sufren afectaciones por problemas en el servicio de abasto de agua potable en la actualidad, informó el periódico Escambray.
De acuerdo con un reporte del medio de prensa local, la escasez de agua se debe a los bajos niveles que presentan las presas que abastecen el territorio, a la rotura de equipos de bombeo y otras “dificultades tecnológicas”.
Para que se tenga una idea de la dimensión del problema, la cifra de afectados es equivalente a casi la totalidad de los residentes de la capital espirituana y representa uno de cada cuatro habitantes de esa provincia.
Según la subdelegada de Recursos Hidráulicos, Yusliadys Lorenzo, actualmente más de 50 fuentes de abasto de agua están por debajo de sus niveles, debido a las escasas precipitaciones.
“En el caso de las que disminuyen sus niveles, se han tomado las medidas necesarias, ya sea reducción de los horarios de entrega por red o la entrega del agua mediante carros cisternas. La población total afectada por esta causa asciende a 33 980 habitantes, mientras que por otras las otras razones se encuentran con limitaciones en el servicio otros 71 500”, declaró la directiva al medio local.
Lorenzo explicó que la estación de bombeo de Tuinucú presentó una rotura desde hace dos meses y todavía los equipos se encuentran en la capital cubana, donde no han logrado repararlos.
Ese caso en particular provoca inestabilidad en el abasto de agua a las dos principales ciudades de la provincia: Sancti Spíritus (la capital) y Cabaiguán.
Similar situación presenta la villa de Trinidad, cuya principal fuente hidráulica —el manantial de San Juan de Letrán— se encuentra “deprimido” en estos momentos, según Lorenzo, lo que limita el servicio a la mayoría de los habitantes de esa sureña demarcación, considerada uno de los principales polos turísticos de Cuba.
De acuerdo con el reporte de Escambray, los problemas con el abasto de agua podrían empeorar debido a la sequía, que hasta ahora no ha menguado notablemente a la mayoría de los embalses y permanecen por encima del 70 % de sus capacidades de acopio.
