La Nueva Modalidad en Cuba una sociedad polarizada y sin huevos
Una ex vecina en la isla de Cuba le comentó esta mañana a su hija, tal vez en modo aleccionador o educativo, porque el repaso a la historia de cada país siempre es bienvenido, que visto lo visto ayer – y visto el decadente espectáculo que le armaron desde horas bien tempranas en la mañana a Saylí González Velázquez, coordinadora de la Plataforma Archipiégo en la ciudad de Santa Clara -que para ella la nueva modalidad en estos actos de repudio se resume en la absoluta falta de huevos para tirarle a las personas que, en general disienten del régimen.
Tal cual.
Si nos guiásemos por las palabras de la peble oficialista en la isla, y de su dirigente máximo, Miguel Díaz-Canel, parece ser que la nueva modalidad – o «fiesta» pasada por agua – será volver a los años 80´en que no pocos reafirmados y reafirmadores de la fe revolucionaria – algunos de los cuales viven hoy en Miami, Florida, EE.UU. y exiliados (jubilados con sus hijos) en el extranjero – salieron a la calle a «defender la revolución, mientras gestaban o formaban parte de turbas que, armadas de huevos de gallina, esperaban tranquilamente orientaciones del gobierno hacia dónde ir.
La Nueva Modalidad en Cuba se resume en esto: una sociedad más polarizada aún, más dividida. Y sin huevos
La vecina, cuya memoria se agradece por montones, recuerda que Rolo, en uno de esos días de abril – mayo de 1980 se gastó como $100 pesos de su salario para comprar varios cartones de huevos – cada huevo costaba, creo alrededor de 6 u 8 centavos – para apertrechar a la tropa del barrio, niños en su mayoría.
Lo hizo a fin de garantizar «las municiones», mientras sus hijos apenas si tenían que comer, a veces, y mataperreaban por el barrio, no pocas veces almorzando en otras cosas porque el salario de Rolo apenas superaba los 160 pesos mensuales. Su esposa, no trabajaba.
En la nueva modalidad sin huevos, a Rolo se le hubiese hecho imposible salir a repudiar a un miembro de Archipiélago.
Rolo, nombre real, se me antoja cualquiera de los dizque revolucionarios traídos sabe Dios de donde, a protagonizarle desde las 5:30am un acto de repudio, o titingó con banderas, a Saylí González Velázquez frente a su casa.
Los manifestantes, sin huevos en la mano, porque ni para comer hay, no digo yo para gastarlos arrojándoselos al que piensa diferente, dieron frente a casa de Saylí un titingó de gritos y consignas, sazonado en ocasiones con ofensas, cuya corona fue el momento en que un hombre – uno de los pocos presentes allí, con las banderas de la Federación de Mujeres de Cuba detrás le dijo «hija de perra» a la joven.
En esta «Nueva Modalidad», que sin dudas es continuidad de aquella, decenas de mujeres, con las banderas de la FMC detrás, se atrevieron a intimidar, violentar, asustar, ofender a otra mujer, por el único delito de pensar diferente.
De no existir una reja, y un muro, el asunto sin dudas hubiese llegado a mayores; y hasta por momentos parecía que a dos ancianas allí presentes, de esas que con un soplido aterrizan a varios metros, les iba a dar algo.
«Aquí se viven tiempos complejos, Robe,» me dice del otro lado de la línea mi ex vecina.
Sí, son otros tiempos. Los Revolucionarios ya no tienen huevos para arrojar en esta nueva modalidad post ordenamiento.
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