Seguidores del gobierno cubano y agentes del orden vestidos de civil protagonizaron un acto de repudio contra el líder del grupo Archipiélago, Yunior García, y le impidieron salir a manifestarse en solitario como había anunciado.
Desde horas tempranas de este domingo el dramaturgo opositor denunció que el edificio donde reside estaba rodeado por personas afines al gobierno.
García tenía previsto desfilar solo, vestido de blanco y con una rosa por la céntrica avenida de 23 en el Vedado habanero hoy a las 3:00 de la tarde, pero decenas de personas se apostaron en los bajos de los edificios con carteles contra el opositor. Incluso alejaron a periodistas de medios internacionales que fueron a reportar los sucesos desde el lugar.
No obstante, imágenes subidas a redes sociales por reporteros y otras personas muestran un amplio despliegue de efectivos en la azotea del edificio y en casas aledañas. También desplegaron enormes banderas cubanas que impiden siquiera ver el balcón del apartamento donde vive el líder del grupo Archipiélago.
El joven intelectual que convocó una marcha pacífica contra la violencia y por la libertad de los presos políticos, declarada ilegal por parte de las autoridades cubanas, sólo ha podido asomarse a las ventanas con la rosa blanca y colgó un cartel donde se lee “mi casa está bloqueada”.
Entre tanto, agentes del orden tienen la cuadra rodeada y no permiten a otras personas acercarse.
Al periodista del sistema informativo de la televisión cubana, Humberto López, sí lo dejaron reportar sobre los acontecimientos que tienen en vilo al país y su emigración. Considerado “vocero del régimen” por muchos, el también miembro del comité central del Partido Comunista cubano transmitió un video en el que se ve un grupo de personas cantando y gritando consignas “revolucionarias”.
López ha destacado entre los periodistas que han más han atacado a los activistas opositores en los últimos meses, ha publicado sus datos personales y filtrado audios de llamadas telefónicas para tratar de probar sus vínculos con organizaciones o líderes del exilio anticastrista.
Los miembros de Archipiélago niegan recibir cualquier tipo de ayuda del exterior. En varias ocasiones han explicado que apuestan por un cambio pacífico en la Isla, que tenga en cuenta todas las corrientes políticas que han florecido en el pueblo cubano, a pesar de la represión a la disidencia.
A pocas horas de la fecha para la marcha del 15N, la isla vive momentos de tensión política sólo comparables a los días posteriores a las manifestaciones del 11 de julio pasado, cuando miles de personas protagonizaron realizaron protestas en decenas de ciudades cubanas, que terminaron con saldo de un muerto a manos de las autoridades y cientos de detenidos.
