El gobierno cubano hizo nuevos cambios en el “bullpen”. Tras remover de su cargo al viceministro de cultura Fernando Rojas ahora le tocó el turno a directivo del Ministerio de Comercio Exterior (Mincex).
En ese organismo quitaron de su puesto a los viceministros Roberto López Hernández y Ana Teresita González Fraga y en su lugar colocaron a Carlos Luis Jorge Méndez, antiguo Director General de Inversión Extranjera y a Oscar Pérez- Oliva Fraga, que tenía responsabilidades en el área de comercio de la institución.
Como es habitual no se explican en la información oficial los motivos por los que fueron suplantados y solo se añade que «le serán asignadas otras responsabilidades”.
El hecho es que este ministerio es una pieza fundamental del ajedrez político y económico del gobierno cubano, que ha depositado en la inversión extranjera una de sus fuentes de sobrevivencia ante una crisis que se avecina más aguda ante los nuevos cambios que entrarán en vigor este 1 de febrero, con el llamado «paquetazo económico», que incidirá negativamente en la vida de la gran mayoría de los cubanos.
Como nunca antes el gobierno de la isla ha dado facilidades para la inversión de capital extranjero en distintas ramas de la economía, aunque las inversiones no llegan a cubrir las expectativas ni las necesidades del gobierno debido, entre otras cosas, a la mala reputación de la isla en saldar deudas con los inversores privados.
No obstante, autoridades cubanas han señalado que el país cuenta hasta el pasado noviembre con 334 negocios con inversión extranjera directa y 56 tienen un 100 % de capital foráneo.
Carlos Luis Jorge Méndez, actual viceministro, había señalado durante la Feria Internacional de Turismo que en 2023 se han aprobado 30 nuevos proyectos de capital foráneo, sin embargo la cifra es menor que los aprobados en 2018, con 38.
De ahí que es bastante probable que la imposibilidad de alcanzar inversiones más elevadas durante el pasado año sea la causa principal de la remoción de sus puestos a los anteriores viceministros, que ya engrosan la larga lista de los funcionarios defenestrados ante la ineficiencia de la economía cubana, cuyos errores ahora han pasado a llamarse eufemísticamente como “ distorsiones«.
