Una de las rupturas más sonadas del 2021 fue sin dudas la de Camila Cabello y Shawn Mendes. Luego de una sólida relación ambos cantantes decidieron romper con su vínculo amoroso, sin embargo, al cabo casi de un año la cubana parece darle otra oportunidad a Cupido.
Recién se ha confirmado que la connotada artista de origen cubano está saliendo con Austin Kevitch, CEO de la aplicación de citas Lox Club. Lo que era un sonado rumor pasó a convertirse en una verdad, luego de que la pareja fuese captada paseando por la ciudad de Los Ángeles.
Cabello y el empresario de 31 años fueron fotografiados juntos de la mano, pero lo que sí dio por sentado que definitivamente están en una relación, fue un tierno beso que la latina estampó a Kevitch.
Las imágenes se han esparcido cómo la pólvora en las redes sociales, haciendo que muchos ya asuman de una vez que no habrá una segunda parte entre la cubana y el cantante canadiense.
Los rumores sobre este posible noviazgo circularon por primera vez en junio pasado, según refirió Entertainment Tonight. En ese momento, el medio informó que la pareja tenía amigos en común, y Kevitch les pidió que lo pusieran en contacto con la estrella de Cenicienta.
Esta parece ser la primera relación de Camila desde que rompió con Mendes en noviembre de 2021. Sobre volver a tener citas habló durante una entrevista de portada con Cosmo UK en julio y dijo: «No me enfoco mucho en eso. Yo Realmente quiero pasar el rato con la gente, quiero hacer amigos y he hecho muchos buenos amigos durante el año pasado… Si algo sucede, entonces es muy divertido, pero no lo presiono».
Del nuevo amor de la Cabello se sabe que lanzó Lox Club en 2020, una plataforma enfocada en la población judía rica con gustos de muy alto estándar, aunque las personas no judías también pueden acceder, siempre y cuando residan en Nueva York, Los Ángeles o Miami.
Austin Kevitch es nativo de Pensilvania. A su corta edad ya maneja el éxito empresarial, siendo fundador no solo de la app Lox Club, sino también de Brighten, un espacio para que los amigos se feliciten entre sí de forma anónima, un antídoto contra el acoso en las redes sociales.